La falta de liquidez arrastra en Aragón a las empresas sin distinción de tamaño
CEOE y Cepyme alertan de que las medidas de financiación no bastan El sector hostelero es el más castigado, pero «ningún tipo de empresa» se salva
El parón productivo y las medidas de confinamiento impuestas para frenar la crisis sanitaria del coronavirus con la declaración del Estado de alarma tienen múltiples consecuencias económicas. Entre ellas, poner a prueba la fortaleza y la viabilidad de las empresas, que deben tirar de liquidez para soportar semanas consecutivas sin ingresos –o en el mejor de los casos, con unas cifras mínimas– mientras deben hacer frente a «una muralla de pagos acumulados», como cuotas de autónomos, alquileres, impuestos, salarios y demás facturas. Para las grandes organizaciones empresariales de la comunidad, CEOE Aragón y Cepyme, la falta de liquidez «afecta a todas las empresas, de todos los sectores, e independientemente del tamaño que tengan».
José María García, director de Estudios y Análisis de CEOE Argón, expresó que «todas las empresas están afectadas por la falta de liquidez, ya que ninguna tiene liquidez sobrante». Es decir, indicó, «todas las compañías tienen una liquidez mínima puesto que, si acumulan mucha, la invierten, lo hacen con deuda, y vuelven a no tener liquidez». Actuar al frente de una empresa con la óptica de tener liquidez disponible, asegura García, «no es una actuación lógica en el mundo de la empresa».
Desde Cepyme Aragón efectúan un análisis similar de la situación. Su presidente, Aurelio López de Hita, señaló que «las pymes habitualmente viven al día», en una subsistencia de continuidad basada en que no se interrumpen los ingresos». Ahora, después de semanas sin ganancias, «los pocos remanentes que tenían las pequeñas y medianas empresas de Aragón los han consumido ya en pagos generales y fijos para los que no ha habido medidas para condonarlos, sino para aplazarlos», indicó. Desde ambas organizaciones empresariales coinciden también en el descontento con las medidas económicas adoptadas por el Gobierno de Pedro Sánchez.
Para López de Hita, «es una imprudencia prohibir los despidos», ya que considera que, a la larga terminará provocando «un problema mayor de destrucción de empleo que si se hubieran tomado otras medidas». E insisitó en que «los empresarios no quieren despedir a sus empleados», pero le parece «inviable que después de una crisis semejante las pymes puedan abordar el mantenimiento del 100% de las plantillas, porque no habrá ingresos suficientes y esto las llevará a la quiebra».
Por su parte, García alerta de que la falta de liquidez generará «una cadena de morosidad que degenerará en una crisis de solvencia». «Si yo no pago a mis proveedores, traslado mi problema de liquidez a los siguientes en la cadena, y así sucesivamente, hasta llegar a las entidades financieras, que dejarán de ser solventes», dijo.
Tampoco creen que la puesta en marcha de los créditos ICO sea la solución. «Cuando se anunciaron no pareció una mala opción, pero luego, visto negro sobre blanco, han llegado tarde y la manera de hacerlo refleja que no se conoce lo suficiente cómo funciona el tejido empresarial», señaló García. «Primero el ICO ha tenido que firmar un acuerdo con cada entidad financiera, ahí se fue una semana, y después el aval depende de las condiciones de tu banco, y evidentemente tiene un coste, por lo que esta no es la solución para la falta de liquidez», manifestó. Tampoco es la respuesta adecuada para López de Hita: «La situación va a ser caótica y a las microempresas, las más numerosas en España, no se les van a conceder créditos». Por ello, exigen otras medidas, como «descargar de deuda a las empresas» condonando pagos de impuestos, alquiler o tasas de autónomos, entre otras.