Energía compartida en comunidad
El 66% de los españoles viven en un edificio, según Eurostat. Es decir, no pueden instalar paneles solares en su propio terreno, pero eso no es óbice para que no puedan autoconsumir. Un buen ejemplo son los 48 vecinos de un edificio de la calle Alemania de Logroño que han decidido instalar placas solares para pagar sus facturas.
«Se ha hecho una instalación para los tres contratos de luz que comparten, pero se ha dejado abierta la posibilidad de que puedan distribuir la energía entre vecinos (autoconsumir de forma compatida en sus viviendas)», cuenta el director de Ecotelia, Jorge García, empresa encargada de instalar las placas. En total, 10 kilovatios por los que han invertido 16.500 euros. El ahorro anual será de 1.900 euros, según el fabricante Solarwatt.
Esta instalación de Ecotelia no es aislada, tienen otras cuatro instalaciones en marcha dos de ellas en La Rioja y dos en Madrid- paradas por el coronavirus hasta que pase y hay otros ejemplos como la instalación de Ecooo en un edificio del barrio madrileño de Lavapiés o en un proyecto cohousing de Entrepatios. La pionera fue Holaluz, en una vivienda del municipio de Rubí en Barcelona. Pero el autoconsumo compartido no está muy extendido. El sector coincide en la dificultad social de poner a toda una comunidad de vecinos de acuerdo.
El viernes pasado, la Alianza por el Autoconsumo, que integra a más de diez asociaciones, envió una carta al director general del Instituto para la Diversificación y ahorro de la Energía (IDAE), Joan Groizard, para reunirse con él a fin de aclarar los coeficientes de reparto en las comunidades de propietarios y otras dudas que puedan surgir.