Zaragoza no cobrará una parte de las tasas a comercios y bares
El ayuntamiento perdona los pagos de mitad de marzo y todo el mes de abril También retrasa el giro del impuesto de circulación hasta finales de junio
El Ayuntamiento de Zaragoza no cobrará la parte variable de las tasas de agua, basuras y otros conceptos a los usuarios «no domésticos», es decir, a los comerciantes, hosteleros y pequeños empresarios que hayan visto paralizada su actividad por la crisis producida por el coronavirus.
Las tasas que el consistorio ha decidido no cobrar se limitan al periodo durante el que esté pendiente el estado de alarma –mitad de marzo y todo abril hasta ahora–, pero se prorrogarían si los comercios siguieran sin poder abrir, según anunció ayer la titular de Hacienda, María Navarro. A este respecto, la concejala señaló que la medida sigue una máxima que es la de «no cobrar por aquello que no se ha usado». «Esta decisión ha sido una obligación moral y fiscal», señaló Navarro, que estimó en 2.850.000 euros la minoración de ingresos que sufrirán las arcas municipales.
Concretamente, las tasas afectadas por esta medida del Gobierno de PP-Cs son las de abastecimiento y saneamiento de aguas (hay más de 117.000 recibos afectados), la de recogida y tratamiento de residuos (130.770 recibos afectados), la de veladores, la que se cobra a los vendedores ambulantes y las reservas de espacio no doméstico y badenes de carga y descarga.
Asimismo, y en la / línea que el consistorio ya venía anunciando hace algunas semanas, también va a retrasar el cobro del impuesto de circulación (sobre vehículos de tracción mecánica). Este recibo tenía que girarse el 15 de junio, pero el plazo ahora se ampliará hasta el 30 de ese mismo mes, lo que supone que el ayuntamiento ha aplazado el ingreso de unos 30 millones de euros que recauda con este tributo.
Según explicó Navarro, la nueva fecha en la que se cobrará este impuesto no es casual, pues no se ha querido retrasar más para que no coincida con el pago de la mitad del recibo del Impuesto de Bienes e Inmuebles (IBI), que se debe abonar a finales de julio después de que el ayuntamiento decidiera también retrasar el cobro de la mitad del IBI que tenía que pagarse en abril. «Lo que buscamos ahora es que los zaragozanos dispongan de liquidez en sus bolsillos para paliar los efectos de esta crisis», aseveró la responsable de Hacienda.
En lo que respecta a las cuentas de la ciudad, Navarro asumió que cambiarán «radicalmente». Junto con la vicealcaldesa, Sara Fernández, explicó que todavía no se han decidido qué proyectos habrá que dejar en la palestra este año, ya que todavía es «pronto». Primero, deberán de analizar en cuánto van a disminuir los ingresos este año, ya que a la supresión de algunas tasas se le restarán también importantes cantidades de dinero que el ayuntamiento conseguía de la venta de suelo público. Además, el consistorio todavía no sabe si se van a mantener las transferencias de dinero presupuestadas en las cuentas del Ejecutivo central y autonómico.
Finalmente, el primer edil de la ciudad, Jorge Azcón, se reunirá hoy mediante videoconferencia con los alcaldes de las siete ciudades más grandes de España (Madrid, Barcelona, Valencia, Sevilla, Málaga, Murcia y la propia Zaragoza) para poner en común los problemas concretos que afectan a las grandes urbes y tratar de buscar soluciones.
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