«No conseguiremos un plan Marshall desunidos»
Médico y experto en gestión de la sanidad pública
Rafael Bengoa (Caracas, Venezuela, 1951), quien fue consejero de Salud del Gobierno Vasco, directivo de la OMS y asesor en EEUU, espera unión de los políticos y un estudio científico independiente que, cuando pase todo, investigue esta catástrofe.
—¿Cuándo volveremos a ir por la calle y los bares como antes?
—Estamos controlando el pico, pero no hemos controlado la epidemia. Creo que la mayoría de la gente en mayo entrará en un distanciamiento social intermitente, quizá salir y estar en grupos de cinco, diez, pero hasta que controlemos la epidemia no podremos ir al fútbol o manifestaciones. No veo a la gente en los bares hasta el verano.
—Sí. Hay que hallar equilibrio entre controlar la epidemia confinando a una sociedad y mantener su pulso económico. Dentro de siete meses no se puede tener una desaceleración económica tan brutal que cause más problemas de salud que la epidemia. La pobreza trae problemas de salud, y los problemas de salud originan pobreza; círculo vicioso.
—¿Puede pasar que España salve vidas del covid-19 pero luego no pueda pagar quimioterapias?
—No. Hay una sensibilización social que abre una ventana para que los partidos pacten añadir fondos a la salud. Pero los que andamos en política de salud sabemos que esas ventanas no duran mucho. En la gravísima gripe de 1918, en Saint Louis (EEUU), se entendieron bien los políticos y los técnicos y la epidemia se resolvió más rápido que en Pittsburg o Philadelphia. La unión es tan importante como un medicamento. Si no hay unión entre políticos, ¿cómo pedirle a la población que esté unida?
—¿Qué pasa en la política española con el coronavirus?
—Se rompe la luna de miel, que duró 12 días. Es clave que el liderazgo sea unificador. Me gustaría que aquí los políticos logren trabajar juntos al menos un año, para que tengamos tiempo de controlar la epidemia con una vacuna. Necesitamos un año.
—¿Esta generación joven de políticos es de fiar?
—Antes de la epidemia ya había desconexión entre la política y la población. Hoy está más conectada porque está pendiente de qué hacen los decisores, pero si no se ve unión en esta crisis desconectará más. Cuando mataron a Kennedy, en 1963, el presidente demócrata Johnson aprovechó el sentimiento de unión y, con los republicanos, implementó el paquete de ayudas sociales más importante del siglo en EEUU. Esta situación da una oportunidad de recaptar la confianza del ciudadano. Aquí se podría hacer lo mismo, pero no creo que consigamos un plan Marshall con la clásica bronca política de este país.
—¿Las epidemias son aliadas del populismo?
—Sí, pero puede que, como los populistas no son pro-ciencia, la epidemia juegue en su contra. Hablo de Brasil y EEUU, Bolsonaro y Trump, la pelea entre el populismo y la evidencia científica. Solo tras un mes de negacionismo han empezado a apoyarse en la ciencia para hacer cosas.
—Resulta que España no tiene capacidad industrial de autoabastecerse de mascarillas ¡Mascarillas, no naves siderales!
—Sí. Los líderes, incluso los chinos, pensaron que esto no iba a ser tanto. Cuando tocó arrancar no teníamos los elementos, ni nosotros, ni los alemanes, ni los ingleses… Si alguien sabe cómo controlar epidemias desde el siglo XIX son los ingleses, y a ellos también les ha pillado fuera de juego. Yo estoy diciendo en Canadá, Argentina y otros países de Europa: «Como esto va para largo, empezad a buscar soluciones dentro del país y que no dependan de mercados exteriores».
—A esos países que le preguntan… ¿qué les interesa más de la experiencia española?
—Preguntan por qué ha pasado lo que ha pasado. Eso se verá en un estudio posterior, que habrá de ser independiente, no una cosa de cuotas de partidos. Debe ser independiente para que aprendamos. Si no, no estaremos preparados para la siguiente epidemia.
—¿Quién querría estar en el pellejo de Fernando Simón?
«Los problemas de salud generan pobreza, y esta, problemas de salud. Es un círculo vicioso»
—Lo ha hecho bien, y se merece respeto. Eso se reconocerá a posteriori. Una epidemia se puede controlar por control epidemiológico, como el doctor Simón, o con una vacuna. Mientras no tengas una vacuna, estás condenado al control epidemiológico.
—En Estados Unidos hay 27 millones de personas sin seguro médico. ¿El plan de Obama que no se completó ayudaría hoy?
«En mayo entraremos en un distanciamiento social intermitente. No veo gente en los bares hasta verano»
—Obama apoyó una cobertura máxima que avanza despacio, y pese a los palos en las ruedas que le pone Trump. Si hubiera seguido el Obama Care no habría hoy muchísimos americanos a los que una factura de hospital les colocará en bancarrota personal. En Europa eso no pasa. Antes, el 63% de los americanos que entraban en bancarrota no caían por malos negocios, era por facturas de salud. Lo van a pasar mal. Pero en lo que debe fijarse más el norte es en Latinoamérica y África. Hay que ayudarles sí o sí para que puedan hacer frente a las epidemias; se lo debemos.
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