«No estamos en una época de cambios, sino en un cambio de época»
La declaración firmada ▶▶ conjuntamente por los siete ayuntamientos más grandes de España (Madrid, Barcelona, Valencia, Sevilla, Zaragoza, Málaga y Murcia) es una «llamada fraternal al conjunto de la ciudadanía y al resto de administraciones del Estado con el objetivo de reforzar la unidad», según reza la propia misiva. En el texto, en el que los responsables de estas ciudades piden ayudas económicas al Estado, se recuerda que estas localidades agrupan al 17% de la población española, y que los ayuntamientos son la institución más cercana a los ciudadanos. «No estamos viviendo una época de cambios, si no un cambio de época», explicita la declaración para pedir cambios de calado. Azcón, que mencionó en su intervención posterior y en más de una ocasión a Colau, con la que, a priori, más distanciamiento político mantiene.
Las tres columnas sobre las que se sustenta esa declaración son la petición de un nuevo modelo de financiación para las ciudades y la flexibilización de las normas de gasto y endeudamiento; la necesidad de poder invertir un mayor porcentaje de los remanentes de las arcas municipales, ya que a día de hoy el Gobierno central solo permite gastar un 20% de esos sobrantes y siempre que vayan destinados a paliar la actual situación de crisis provocada por el covid-19 (Azcón cifró en unos 40 millones de euros los remanentes de los que dispone); y la concesión de ayudas directas a los consistorios.
Es en este último punto en el que más se detuvo el primer edil de Zaragoza, ya que serían los ingresos que antes llegarían a las arcas municipales. Estas cuantías irían destinadas, según Azcón, a cubrir los gastos extra que han de soportar ahora los municipios por cuestiones como el transporte público, el empleo y las ayudas sociales. Sobre Servicios Públicos, el área de su corporación que gestiona el transporte de la ciudad, dijo que, en el peor de los escenarios, se espera un «agujero de 18 millones de euros», que es la cantidad que el consistorio estima que dejarán de ingresar por la caída en los usos de los buses y el tranvía.
Como ejemplo, además, Azcón utilizó a Italia. En el país transalpino, según el alcalde, el Estado ha inyectado ya 400 millones de euros a los ayuntamientos para pagar bonos de comida para su vecinos; otros 70 destinados a la desinfección de las calles; y 10 más para ayudar a pagar los costes de las respectivas policías locales. Asimismo, el Gobierno de Guiseppe Conte ha habilitado un fondo extraordinario de 5.000 millones de euros para que las ciudades puedan afrontar la crisis sobrevenida por el coronavirus. «Aquí, el Gobierno central solo ha garantizado 300 millones que hay que repartir entre todas las comunidades autónomas y las ciudades. Necesitamos ayuda y la necesitamos ya», zanjó.
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