La única vacuna
Contra la expansión de mentiras y bulos en las redes es detenerse, pensar
y judíos. En la mal llamada «gripe española» que se extendió entre 1918 y 1919, en plena Guerra Mundial, los países contendientes culpaban al enemigo de la epidemia. Por cierto, esta gripe se originó en una granja de Kansas y los soldados estadounidenses de la Primera Guerra Mundial la trajeron a Europa pero se llamó «gripe española» porque como España permaneció neutral, era el único país que informaba en la prensa sobre la epidemia. Mucho más reciente fue el caso del sida, que provocó el rechazo a los homosexuales. Es decir, siempre el miedo se focaliza en buscar culpables. Vivimos en una sociedad infoxicada, en un caldo de cultivo perfecto para quienes quieren pescar a río revuelto, y quienes carecen de escrúpulos.
Basta con dar un pequeño repaso a las redes y los medios de comunicación para encontrar cosas que llevan al enfado y al desánimo. Es inmensa la masa de mentiras y bulos extendidos por quienes priorizan atacar al Gobierno de España. Instrumentalizar esta situación para desgastar al