El Tour encuentra acomodo en septiembre
La ronda se disputará del 29 de agosto al 20 de septiembre y ello obligará también a mover de fechas la próxima Vuelta a España
El Tour de Francia se correrá finalmente entre el 29 de agosto y el 20 de septiembre, después de que los organizadores se vieran obligados a renunciar a las fechas inicialmente previstas a causa de la crisis del Covid-19, según indicaron a EFE fuentes conocedoras del caso. Las nuevas fechas obligarán a cambiar las de la Vuelta a España, que estaba prevista entre el 14 de agosto y el 6 de septiembre próximos.
Las citadas fuentes precisaron que el anuncio oficial puede tener lugar este mismo miércoles. El director de la carrera, Christian Prudhomme, se había puesto en contacto en los últimos días con alcaldes de las ciudades que recorre la carrera para anunciarles la nueva agenda. Fuentes de la organización indicaron que ese nuevo calendario «formaba parte de las hipótesis de trabajo».
Según el mismo, el Tour comenzará el 29 de agosto en Niza, en la misma localidad en la que estaba previsto, y llegará a París el 20 de septiembre. Hasta este martes, los organizadores habían mantenido las fechas iniciales, pero el presidente francés, Emmanuel Macron, anunció el lunes que estarían prohibidas las manifestaciones públicas al menos hasta mediados de julio, lo que hacía imposible mantener el calendario. En ese contexto, se barajaron diversas opciones, como disputarlo en agosto, pero finalmente se optó por septiembre para dejar tiempo a introducir alguna carrera de una semana, como la Dauphiné, que afine la preparación de los ciclistas. El Covid-19 ha obligado a suspender buena parte de la temporada ciclista, que ahora busca acomodo. La Unión Ciclista Internacional (UCI) tiene programada una reunión este miércoles, con diversos actores del mundo del pedal para tratar de diseñar un nuevo calendario.
LA OPINIÓN DE GUILLÉN Desde / hace semanas, el director de la prueba, Christian Prudhomme, venía sondeando a los alcaldes de las ciudades por las que pasa la carrera sobre un eventual retraso. Las respuestas habían sido favorables. También hubo «contactos perpetuos» con la UCI en busca de un calendario armonizado, con la convicción de que todos los sectores dejarán un hueco al Tour, una carrera que genera buena parte de los ingresos de los equipos. El director de la Vuelta a España, Javier Guillén, aseguró a Radio Francia Internacional que están dispuestos a adaptarse al nuevo calendario. «Que se haga el Tour es lo más beneficioso que nos puede pasar a todos», aseguró. «Tan importante para la
Vuelta es la Vuelta, como para el ciclismo es el Tour». Guillén, que pertenece a la misma empresa organizadora del Tour, propietaria de la Vuelta, afirmó que su carrera «siempre va a estar apoyando y ayudando a la que es la carrera y el evento deportivo más importante del mundo».
La Grande Boucle tiene la vocación de albergar a los mejores corredores del planeta. Macron anunció que al menos hasta mediados de mayo las fronteras del país permanecerán cerradas. Eso podría afectar a la nómina de inscritos, empezando por el defensor del título, el colombiano Egan Bernal. Otro punto de incertidumbre proviene de la preparación de los corredores, que necesitan entrenamiento.
El escenario planteado podría permitir a los ciclistas empezar a entrenar a mediados de mayo y el Tour tendría libre el calendario a partir del 18 de julio. Pero sin que antes haya podido organizarse ninguna otra competición. En la mente de los organizadores estaría situar en la segunda mitad de julio alguna carrera de una semana, como la Dauphiné, propiedad también de los dueños del Tour, desplazar la Vuelta a España y dejar libre octubre, con el Giro de Italia también pendiente. Hipótesis, como todas las demás, a expensas de una situación en la que nadie se atreve a hacer proposiciones firmes.
☰