Expertos defienden el valor y la gestión del organismo internacional
«No hay ninguna prueba ▶▶ científica que haga pensar que la OMS no ha hecho lo que tocaba», recalca el jefe de Enfermedades Infecciosas del Hospital Vall d’Hebron, Benito Almirante. «La OMS desde el primer momento tuvo una actitud activa a la hora de identificar el problema y poner sobre la mesa la posible extensión a otros países. Sí que tardó en decretar el estado de pandemia. Pero en medidas de prevención fue muy proactiva», señala Almirante. El portavoz de la Sociedad Española de Salud Pública y Administración Sanitaria (Sespas), Ildefonso Hernández, recuerda que la OMS no tiene capacidad ejecutiva, sino de recomendación. Seguir o no sus consejos depende de cada país. EEUU no siempre lo ha hecho.
Mientras, las críticas de la oposición estadounidense también han sonado con fuerza ante una decisión en la línea de rechazo de Trump al multilaterismo y con sus ataques a organismos multinacionales, que permiten al mandatario poner en la diana a un supuesto enemigo menos complicado que China y exuda un intenso hedor de estrategia política, especialmente cuando los errores de su propia gestión de la crisis en EEUU están bajo escrutinio. Samantha Power, que fue embajadora ante la ONU de la Administración de Barack Obama, tachó la congelación de fondos a la OMS de «obscena».
Incluso desde dentro del Gobierno del presidente norteamericano Donald Trump y grupos que habitualmente son sus aliados surgen voces que cuestionan el paso. Desde la Cámara de Comercio, un grupo de lobi frecuentemente en sintonía con la actual Casa Blanca, se mostró de acuerdo con la idea de Trump de que será necesario hacer «reformas» en la OMS, pero recordó que cortar la financiación de la OMS durante la pandemia «no va en interés de EEUU».
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