«En esta serie las mujeres hablan claro y sin miedo» «En esta temporada Verónica se llena de dudas, se agrieta, y Alejandra sufre un proceso inverso»
IRENE ARCOS Y VERÓNICA SÁNCHEZ Actrices en ‘El embarcadero’ (Movistar+)
Verónica Sánchez e Irene Arcos repiten sus roles de Alejandra y Verónica en la segunda temporada de El embarcadero, la serie creada por Álex Pina y Esther Martínez Lobato para Movistar+, que nos adentra en la Albufera valenciana para contar una historia de pasiones y secretos ocultos. En esta ocasión, las dos mujeres sufrirán una serie de transformaciones mientras investigan los misterios que rodean la muerte de su amor común, Óscar (Álvaro Morte).
–¿Cómo evolucionan sus personajes en esta segunda y última temporada?
–Verónica Sánchez: Alguien la ha definido como una temporada espejo, y nos gusta mucho ese concepto porque es verdad. En la primera temporada Verónica es fuerte, inquebrantable, segura de sí misma, y en la segunda, se llena de dudas, se agrieta, se cuestiona a sí misma. Y Alejandra sufrirá un proceso inverso. De ser frágil a volverse fuerte y segura, acercándose más a la mujer que siempre quiso ser.
–Irene Arcos: Creo que en esta ocasión los personajes se encuentran en un lugar más al límite. El ritmo es mucho más frenético desde el principio, todo va más rápido. Mi personaje llega a la culpa, y eso hace mella en sus certezas, en su comportamiento. Alejandra empieza a preocuparse por sí misma, no tanto por los demás y se reencuentra con sus propias necesidades. Por resumir, estamos todos muy al límite, y eso al final tendrá consecuencias.
–¿Cuáles han sido sus principales retos en esta ocasión?
–V. S.: La manera de rodar que tienen en Vancouver siempre es un reto, porque quieren hacerlo mediante un estilo opuesto a lo que han escrito. Si una escena es profundamente dramática y tú te la preparas como tal, ellos van a querer rodarla al contrario, porque les gusta mucho sorprender, no ser previsibles. No les gusta subrayar cada cosa que ocurre y eso es muy interesante. Como espectadora eso me apasiona, pero como actriz supone un reto, porque sabes que siempre te van a pedir lo contrario a lo que visceralmente se te ocurriría.
–I. A.: En esta serie, además, han trabajado mucho a través de planos secuencia y eso te obliga a ser muy honesta contigo misma, con tu personaje, no se te pueden ver las costuras. Hay muchas escenas que repetíamos muchas veces con diferentes colores para encontrar el tono adecuado. Podíamos estar experimentando una mañana entera hasta que dábamos con lo que queríamos. Es muy enriquecedor para un actor poder probar distintos matices, pero también, precisamente por eso, supone un reto.
–Se trata de una serie en la que claramente se pone el foco en las mujeres
–V. S.: Son las auténticas protagonistas. Es cierto que, en esta temporada, los personajes masculinos cobran más peso, como por ejemplo el de Conrado (Roberto Enríquez). Una de las cosas que me interesó del proyecto es que aborda el descubrimiento de la sexualidad en la edad adulta. Normalmente estamos acostumbrados a verlo en historias de adolescentes, pero aquí hablamos de mujeres que se sorprenden descubriendo nuevas emociones que no conocían y que las obliga a reconfigurar su visión del mundo.
–I. A.: No solo los dos personajes protagonistas son femeninos, también todos los personajes satélite (la madre, las amigas) que opinan a cerca de todo lo que está pasando desde su perspectiva de mujeres.
–Además, se trata de dos mujeres que no tienen miedo a hablar con honestidad de sus sentimientos.
–V. S.: Me gusta mucho eso de esta serie, porque las mujeres hablan muy claro, sin miedo, sin necesidad de contentar a nadie. Además, es muy interesante cómo plantea la no rivalidad entre las mujeres. En mi caso, Alejandra se da cuenta de que no está cerrada a estar en una sola relación. Intenta ser honesta sin miedo a que la juzguen.
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