Y ahora, el ébola de nuevo
EN PLENA PANDEMIA DEL COVID-19, LA REPÚBLICA DEMOCRÁTICA DEL CONGO TODAVÍA NO SE HABÍA RECUPERADO DE LA ÚLTIMA EPIDEMIA DE ÉBOLA CUANDO ESTE MES DE ABRIL SE HA VUELTO DETECTAR UN NUEVO CASO
Apenas dos días más. Ese es el tiempo que le faltaba a la República Democrática del Congo para poder declarar al país libre de ébola de manera oficial, dos únicas jornadas sin nuevos casos. Pero entonces saltó la alarma, y el Ministerio de Salud confirmaba uno, exactamente un mes después del diagnóstico del primer caso de covid-19 en la nación.
Este anuncio «acaba con la esperanza de celebrar el final de una enfermedad mortal, en el momento en el que nos enfrentamos al nuevo desafío del coronavirus», lamenta Anne-Marie O’Connor, directora nacional de World Vision en la R. D. del Congo.
El país se enfrenta ahora de forma simultánea a la doble amenaza de dos de las peores epidemias que prevalecen en el mundo: el ébola y el covid-19. Y todo ello en un Estado pobre, con áreas sumidas en conflictos armados y un deficiente sistema sanitario. La emergencia está servida.
«La disponibilidad de material médico profesional está muy limitada», apunta el responsable de salud y nutrición de World Vision, Tom Davis. Se estima que el país solo dispone de 65 respiradores para una población de 80 millones de habitantes. «Y solo la mitad de las instalaciones sanitarias tienen acceso a agua», añade.
«Cuando nos disponíamos a enfocarnos en la respuesta al covid-19 y dar por superado el ébola, un nuevo caso en el país nos recuerda la alta vulnerabilidad en la que viven millones de personas en los contextos más frágiles del mundo», advierte Javier Ruiz, gerente de World Vision España.
Esta oenegé avisa de que el peligro combinado del ébola y el nuevo coronavirus podría tener unos efectos significativos y duraderos en las comunidades que todavía estaban recuperándose de la respuesta al ébola, que duraba ya 20 meses.
«Afortunadamente, el ébola tiene una vacuna, y World Vision ha seguido trabajando con las comunidades para favorecer su distribución, así como su aceptación y cumplimiento. Creemos que esto construirá un anillo de protección para las comunidades que tienen que enfrentarse a la enfermedad» apunta AnneMarie O’Connor.
World Vision está trabajando con una red de más de 800 líderes influyentes en las comunidades (105 hasta ahora ya han sido reorientados a la lucha contra el covid-19) para reducir la presión sobre los recursos sanitarios, compartiendo los mensajes sobre salud y distanciamiento social.
Además, más de 4.400 trabajadores sanitarios, que ya han jugado un papel significativo en la reducción de los casos de ébola, difunden mensajes informativos y de protección a la comunidad.
«Sin poder aumentar rápidamente el personal en cuidados intensivos, ni disponer de equipo o medios para cubrir la necesidad de su población y con sistemas de salud muy frágiles, numerosos países, como la R. D. del Congo, se enfrentan a una crisis sin precedentes. Necesitamos enfocarnos en aquellas cosas que sabemos que pueden tener mayor impacto sobre la expansión del covid-19 y el ébola: distanciamiento social, higiene de las manos y respiratoria, y formar al personal local para ayudar a las familias a cuidar la gran mayoría de casos que pueden recuperarse en casa, y con ello evitar el colapso de las instalaciones sanitarias», concluye Davis.
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