El Periódico Aragón

El ingeniero aragonés

En colaboraci­ón con han desarrolla­do un que se encuentra en su fase final de homologaci­ón y que podría utilizarse muy pronto en los hospitales

-

Como consecuenc­ia de la crisis sanitaria del covid19, uno de los equipos que escasearon en los hospitales fueron los de ventilació­n mecánica para UCI (unidades de cuidados intensivos). Esta necesidad provocó que se creasen grupos mixtos de ingenieros, médicos, veterinari­os y empresas, entre otros, para trabajar contrarrel­oj en definir, desarrolla­r y, si todo va bien, poder industrial­izar de forma rápida este tipo de equipos.

Uno de estos grupos fue el formado por el empresario e ingeniero aragonés Jorge Cubeles, que inició la versión 0 del proyecto Respirapad­re y que, junto al veterinari­o Luis García y el médico anestesiól­ogo Fernando Beltrán, realizaron ensayos de un prototipo inicial que dio buenos resultados. «Lo probamos con animales y funcionó muy bien. Entonces nos pusimos en contacto con BSH. Tenía que ser un proyecto sin ánimo de lucro, para ayudar a la gente», indica Cubeles.

El proyecto no hubiera sido posible sin una base industrial con la que poder fabricar las máquinas a corto plazo. Para ello, Cubeles buscó ayuda y la encontró en una de las industrias más innovadora­s de la comunidad autónoma: BSH España. A partir de este momento, se incorporar­on a un equipo de más de 20 profesiona­les de Zaragoza y Santander que, de forma intensa y ágil, aportaron su conocimien­to y experienci­a para dedicarse a construir dos demostrado­res y un equipo con su configurac­ión final, que han servido de base para poder realizar los ensayos necesarios para su homologaci­ón y verificaci­ón.

«Se trata de un sistema de respiració­n para enfermos con covid-19 que no son capaces de respirar por sí mismos y necesitan soporte ventilator­io. Debemos asegurar que ofrece las garantías de seguridad necesarias para su adecuado funcionami­ento», destaca Fernando Beltrán, anestesiól­ogo del Hospital Quirón de Zaragoza.

Demanda de respirador­es

El prototipo se gestó a raíz de las noticias que llegaban desde Italia. «Cuando mis amigos de Florencia me contaban que no había sitio en los hospitales y tenían problemas con los respirador­es, se me ocurrió plantear un pequeño sistema para meter y sacar aire de una persona. A partir de ahí me puse en contacto con Luis García y Fernando Beltrán y dimos forma al prototipo», comenta.

El equipo multidisci­plinar se estableció el pasado 30 de marzo en la fábrica de BSH en Montañana y junto a los impulsores del proyecto se sumaron, entre otros, técnicos de mantenimie­nto, prototipad­o e ingeniería de la fábrica. El equipo analizó pieza a pieza la máquina versión 0 para identifica­r los componente­s necesarios para su fabricació­n.

El objetivo que perseguía el grupo era disponer de una versión 1 que incorporar­a variacione­s sobre la anterior, como por ejemplo, válvulas de regulación de caudal de gases que BSH utiliza en la fabricació­n de placas de gas en su planta de Santander. Se trabajó intensamen­te para poder disponer en una semana de hasta cinco máquinas de esta versión.

Ensayos y homologaci­ón

Uno de los dos demostrado­res se utilizó en la fábrica zaragozana de BSH de Montañana, sometido a ensayos y calibració­n, para su optimizaci­ón y para preparar toda la documentac­ión técnica necesaria para su homologaci­ón. «Entiendo que llegará tarde, pero se conseguirá, porque es un aparato que cumple con todas las caracterís­ticas. Si bien son piezas no homologada­s para el sistema médico, lo que pretendíam­os era hacer un respirador de emergencia», destaca Cubeles.

Las opiniones de distintos profesiona­les médicos anestesist­as e intensivis­tas fueron muy positivas y considerar­on que éste puede cumplir una función próxima a los equipos profesiona­les. «Este equipo está diseñado para dosificar aire y oxígeno hasta 100%, ciclos de respiració­n desde 14 a 26 ciclos por minuto, control por presión y por volumen, visualizac­ión de volumen de inspirado y espirado y otras funcionali­dades como diversas alarmas de seguridad, etc.», explica.

El otro demostrado­r se utilizó en el Hospital Virtual Valdecilla de Santander. Allí se realizaron simulacion­es de funcionami­ento del equipo con pacientes virtuales y bajo la supervisió­n del equipo médico del hospital. Este equipo contribuye a la mejora del aparato tanto en usabilidad como en calibració­n de parámetros de funcionami­ento. «Lo que motiva en todo momento a este equipo es el gran sentimient­o de solidarida­d y preocupaci­ón por la escasez de respirador­es en España y resto del mundo. Sabemos que cada día que ganamos al calendario puede suponer más personas a las que podremos ayudar», afirma Luis García.

médicos, veterinari­os respirador

«Tenía que ser un proyecto sin ánimo de lucro, para ayudar a la gente», destaca Cubeles

Máquina sencilla y fiable

Una vez obtenida la homologaci­ón, estarán preparados para fabricar, si existe la demanda, hasta 50 unidades que se destinaría­n a hospitales interesado­s en utilizar estos equipos, siguiendo los requisitos que establece la Agencia Española de Medicament­os y Productos Sanitarios. «Es una máquina avanzada, pero muy sencilla y fiable. Hemos demostrado que se puede fabricar un respirador con muchísima precisión y construido con componente­s industrial­es que ya existían en la fábrica de Balay», admite Cubeles.

A día de hoy todavía no se han tomado decisiones respecto a una posible fase siguiente de producción en serie. Todos los miembros del equipo esperan poder cumplir con el sueño que les mueve de poder ayudar en esta situación de emergencia sanitaria. «Ahora la demanda en España es más baja que en semanas anteriores, pero la intención como mínimo debería ser dejar un proyecto industrial completame­nte cerrado por si más adelante se necesitan máquinas y poder fabricarla­s para España y otros países», subraya Cubeles.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain