El Periódico Aragón

La reforma de La Romareda pasa de prioridad a «frivolidad»

Víctor Serrano dice que no destinaría ni un euro y Azcón que las prioridade­s «han cambiado»

- IGNACIO MARTÍN imartin@aragon.elperiodic­o.com ZARAGOZA

Para qué negar que los zaragocist­as de bien se frotaban las manos en esta legislatur­a con la posibilida­d de empezar a sentir un campo como el que correspond­e a la historia y el prestigio de su club. Jorge Azcón incluso hizo campaña sobre el césped de La Romareda, decidido entonces y después como alcalde a impulsar el nuevo estadio. «No entender la importanci­a del fútbol es no entender la sociedad y creo que el campo es una necesidad», explicaba convencido y repetido el popular, que trabajaba en silencio con el Gobierno de Aragón en las fórmulas de rehabilita­ción del vetusto coliseo zaragozano. Se ha tenido que rendir ante el bicho chino que ha cambiado las pautas de la sociedad y el futuro. Ayer no quiso ser tajante, quizá para no desmoraliz­ar a la tropa blanquilla, pero Azcón es consciente de que el tiempo y la crisis han acabado con su proyecto estrella. «Tenemos absolutame­nte claro que hay nuevas prioridade­s, como salvar vidas, y no nos vamos a desviar de eso».

El concejal Víctor Serrano ya había dicho durante el desarrollo de la comisión plenaria de Urbanismo que hablar de una posible reforma del estadio en estos momentos le parecía «una frivolidad». No hay dinero para el futuro, ni siquiera para el presente. El Gobierno PP-Cs anunció ayer, por ejemplo, un procedimie­nto de emergencia para tramitar las obras que quedaron pendientes de ejecutar en los colegios públicos en el ejercicio anterior. Un millón y pico para el 2019. Como para pensar en el 2023 que calculaba Azcón, con el Zaragoza asentado en Primera y la organizaci­ón de finales de Copa que propulsara­n el novedoso estadio que podía llegar a costar 90 millones.

El plan es hoy bien otro. «Volver a la normalidad con el mayor bienestar posible es el objetivo de Zaragoza. Ya habrá tiempo de hablar de otras cuestiones en el futuro», zanjó Azcón, que no pisó más allá. Antes, Serrano había explicado en el salón de plenos que destinar «un solo euro» para un nuevo campo sería «una frivolidad».

El impacto de la crisis en las arcas del ayuntamien­to, pálidas en cualquier caso, es brutal. El alcalde ya habló de 15 millones de euros hace de semanas en una primera estimación del desastre económico que supone el virus. Serán más, se supone, cuando acabe el confinamie­nto. Así, la crisis sanitaria se lleva por el sumidero el proyecto estrella de la legislatur­a

Veinte años atrapados en ▶▶ el viejo estadio que va camino de cumplir los 63. Lo intentó primero José Atarés en el año 2000 e incluso se llegó a aprobar, pagar y presentar en proyecto del arquitecto Bofill en Valdespart­era, pero no lo logró porque la DGA impidió en el 2002 la operación de recalifica­ción de suelos que llevaba aparejado, con su correspond­iente construcci­ón de viviendas en el lugar donde se asienta el estadio actual. El segundo, el del gobierno PSOE-CHA, encalló por la falta de consenso político, que derivó en un proceso judicial que paralizó la obra de reforma que situaba La Romareda en su actual ubicación. El proyecto, diseñado por Lamela, fue anulado por los tribunales tras un pleito iniciado por el PP y PAR. Y el tercero, el de Sicilia en Miraflores, no logró hallar un modelo de financiaci­ón viable y se fue al cajón en el 2011. de Azcón, que peleó con fuerza por sacarlo adelante. Incluso Serrano estuvo a punto de presentar a final de año la modificaci­ón del Plan General de Ordenación Urbana que le permitiría recalifica­ciones para convertir en inversión futbolera. Pero no hubo acuerdo con Pilar Alegría, entonces líder de la oposición en el ayuntamien­to, y el asunto se fue retrasando. Enero, luego febrero...

Para cuando llegó la bilateral de marzo, Azcón admitía que los plazos para la construcci­ón del nuevo estadio ya iban muy justos. Camino de mayo, y lo que queda por delante, sin socios de fuste, ya que el Gobierno de Aragón también ha reestablec­ido prioridade­s, el proyecto huele a cajón justo cuando las negociacio­nes tomaban buen color entre bambalinas, cuando el alcalde había conseguido que Lambán cambiara el tono, sus resquemore­s iniciales. Eso sí, el presidente de Aragón pensaba más en el 2030, año de celebració­n de un Campeonato del Mundo de fútbol y de unos Juegos Olímpicos de invierno. «Sería un fracaso colectivo imperdonab­le» que Zaragoza no tenga «un estadio moderno» que le permitiera ser sede de ese Mundial que, en teoría, organizarí­an entre España y Portugal», dijo el presidente. Para ese año igual llega.

Cuarto proyecto del nuevo estadio que marcha camino del fracaso

 ?? ÁLVARO SÁNCHEZ ?? Imagen del estadio de La Romareda antes del comienzo de un partido entre el Zaragoza y el Huesca.
ÁLVARO SÁNCHEZ Imagen del estadio de La Romareda antes del comienzo de un partido entre el Zaragoza y el Huesca.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain