La pandemia augura una caída del precio de los pisos usados en Aragón
Los expertos indican que el descenso dependerá del impacto económico de la crisis El segundo semestre será un buen momento para comprar gracias a una óptima financiación
Aún no se puede predecir si la caída será más o menos acusada, pero hoy pocas voces dudan de que la crisis del coronavirus tirará a la baja de los precios de la vivienda, sobre todo de la de segunda mano. En Aragón, los expertos del sector creen que el descenso no será fuerte, aunque todo dependerá del impacto laboral y económico que genere la pandemia a medio plazo. También influirá la mayor o menor necesidad de vender de algunos propietarios o el número de ciudadanos que deciden posponer su decisión de compra por la incertidumbre generada. Por el momento, los portales inmobiliarios como idealista o pisos.com ya perciben que algunos vendedores particulares han abaratado sus viviendas ante la parálisis del mercado. Las caídas, en algunos casos, alcanzan hasta el 25%.
Los expertos aragoneses descartan, sin embargo, que estos descensos tan fuertes vayan a producirse en la comunidad. «Prevemos que los precios bajarán pero no de forma intensa y, además, confiamos en que en el plazo de un año se volverán a recuperar», indica el presidente del Colegio Oficial de Agentes de la Propiedad Inmobiliaria (API) de Aragón, Fernando Baena, que apunta que todo dependerá también de la caída de la demanda: «En todo esto influirá mucho la evolución de la tasa de paro, pero es pronto para saberlo».
En este mismo sentido se manifiesta el economista jefe del Grupo de Análisis del Mercado Inmobiliario de la Universidad de Zaragoza, Bienvenido Subero, que recuerda que en los últimos meses los precios de la vivienda iban creciendo cada vez más despacio en Aragón. «Ya veíamos que la tendencia era hacia una estabilización, por eso ahora creemos que podrían bajar pero sin llegar a producirse en ningún caso un desplome», subraya Subero.
Desde el sector se considera que se van a producir oportunidades de compra en el corto plazo y que será un buen momento para adquirir una vivienda. Eso sí, los que puedan, al haber mantenido sus empleos, y los que dispongan de cierta liquidez. A este respecto, reconocen que los bancos están más predispuestos que hace unos años a prestar dinero, pero que los criterios de riesgo siguen siendo inalcanzables para algunos. «Muchas familias ya no eran solventes antes y ahora algunas aún lo serán menos», señala Subero. Esta circunstancia sigue generando una fuerte demanda de pisos en alquiler, por lo que los expertos vaticinan que sus precios no bajarán. «Ahora mismo en Zaragoza continúa habiendo escasez», comenta Subero.
Lo que es evidente es que la crisis del coronavirus ha frenado en seco la compraventa de viviendas en todo el país. El sector da totalmente por perdidos marzo y abril y alerta de que este primer semestre será el peor desde el 2009 o el 2010. En Aragón, los expertos estiman una caída anual de entre el 15% y el 20%. «Este segundo trimestre va a ser catastrófico», reconoce Baena.
Con todo, subraya que esta crisis «temporal» no tendrá nada que ver con la iniciada en el 2008. «El estoc de vivienda actual es mucho más bajo, los tipos de interés también y el sector financiero es más sólido que entonces», resume Baena.
En este sentido, bastantes voces del sector indican que la vivienda podría reforzar su consideración como valor refugio en un momento en el que los depósitos y los productos de ahorro apenas dan rentabilidad. El impacto de la crisis en las bolsas también refuerza esta idea.
La irrupción de la pandemia del coronavirus ha caído como un jarro de agua fría en el sector. Sobre todo teniendo en cuenta que el mercado había empezado bien en la comunidad: en enero se vendieron 1.300 pisos, el mejor mes desde julio del 2019. El año pasado también fue bueno y Aragón anotó una tímida subida respecto al 2018, a diferencia de lo que ocurrió en el conjunto de España.
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