Solo un 10,6% de los perros de Zaragoza tienen registrado su ADN
El consistorio ha ampliado el plazo para realizar los trámites por el covid La ordenanza contempla sanciones que oscilan entre los 50 y los 250 euros
En el Registro de Animales de Compañía de Aragón (RIACA) solo figura el ADN de un 10,6% de los perros de Zaragoza. La nueva ordenanza de protección animal, aprobada hace un año, incluía la obligación de registrar el ADN de los canes y daba el plazo de una año para que los dueños realizaran la gestión, que es tan sencilla como acudir al veterinario, donde se encargan de realizar la analítica y enviar las muestras a la Facultad de Veterinaria de la Universidad de Zaragoza. Esta medida surgió con un propósito claro: reducir el maltrato y la tasa de abandono.
El plazo inicial para formalizar este registro finalizaba el 30 de abril, pero el ayuntamiento ha aprobado una moratoria por la situación generada por crisis sanitaria, con la población confinada desde hace un mes y sin poder salir salvo por causas justificadas hasta el 9 de mayo, por ahora. Los laboratorios también han estado cerrados al no tratarse de un servicio esencial, por lo que acumulan un gran número de muestras pendientes de analizar, y los veterinarios solo atienen urgencias.
A día de hoy, y a falta de que los laboratorios puedan ponerse al día, el 90% de los propietarios no cumple con la ordenanza, que contempla sanciones que oscilan entre los 50 y los 250 euros. Para facilitarles que se pongan al día con la normativa, han acordado darles más tiempo para poder realizar las gestiones. Así, dispondrán de un mes para más una vez que finalice el estado de alarma, pasados los 30 días la Policía Local comenzará a multar.
El registro permitirá tener un censo real para adoptar políticas más adecuadas y ofrecerá una raalcanzar diografía sobre el número de canes por barrios, de manera que, por ejemplo, se podrían crear zonas valladas de suelta en los parques con mayor concentración canina. Sin embargo, hasta que no alcance el 85% no se podrá empezar a trabajar.
En el registro figuran 7.959 perros con ADN procedentes de Zaragoza. Antes del inicio de la crisis, Protección Animal estimaba los 10.000 a finales de abril, aunque la parálisis de los laboratorios ha ralentizado los análisis. Aún así, la cifra resulta «baja» si se tiene en cuenta que en la ciudad hay 74.709 canes con microchipados activos.
Conocer la cifra real es / complicado porque el Colegio de Veterinarios estima que la población viva de perros oscila entre los 40.000 y los 45.000. La diferencia se debe a que los propietarios no suelen comunicar al RIACA el fallecimiento de su mascota. Si la estimación del número de propietarios que han cumplido con la ordenanza se hace con este censo, el porcentaje no sería mucho más elevado y solo un 17% habrían registrado el ADN de sus perros.
La anterior legislatura redactó una nueva ordenanza municipal con el propósito de combatir el maltrato y el abandono de los animales, además de mejorar el control que se tiene de los canes para dificultar la venta ilegal de camadas.
La obligación de registrar el ADN fue algo controvertida porque suponía un coste añadido de alrededor de 50 euros. Cumpliendo con la ley de protección de datos, el muestreo se tiene que hacer cuando se vaya a implantar el microchip al animal, algo que también es obligatorio, o en su siguiente vacunación. Las ventajas que permitirá son variadas. Por ejemplo, en el caso de que se localice una camada se podrá averiguar gracias quiénes son los propietarios de los perros, sobre los que recaería la correspondiente sanción y pena. También permitiría identificar a quién pertenecen las deyecciones en las calles y multar al dueño, aunque esta opción al final fue descartada.
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