Mandó un ‘email’ al gerente del Salud para desvincularse
El gerente del Sector I del ▶▶
Salud, José Manuel Aldámiz, recibió un correo electrónico, seis días después del sabotaje, de parte de A. P. G., quien le explicaba que el sistema eléctrico del hospital Royo Villanova era deficiente y hacía responsable a la responsable de Ingeniería y Mantenimiento. Incluso pedía su cese no solo por ello sino por «su actitud déspota y distante con otros trabajadores». realizar dicha desconexión es necesario acceder a un cuarto independiente al que solo se puede acceder con llave al encontrarse siempre cerrado.
Una empleada explicó en su denuncia en comisaría que sospechaba de una persona que sabía cómo acceder a través de una llave y que podría haberse hecho una copia. Añadió que ese hombre podría ser el mismo que le acosa y sobre el que tiene solicitada una orden de alejamiento. Resultó ser A. P. G., que fue detenido hace dos semanas a bordo de una furgoneta en la que llevaba material que hace pensar a la Policía que tenía capacidad para fabricar bombas lapa.
Pero la instructora también ha solicitado información sobre los móviles del arrestado, defendido por la abogada Carmen Sánchez Herrero, y, especialmente, intentar saber sus posicionamientos a través de los datos enviados a los satélites. De esta forma quiere certificar que estuvo en la puerta del garaje de jefe de Mantenimiento del Salud, en la calle Mainar y que le pegó tres tiros que estuvieron a punto de matarle.
El Grupo de Homicidios continúa buscando el revólver con el que A. P. G. descerrajó tres tiros en el pecho contra su exjefe. Según su hermano, el propio arrestado le enseñó el arma corta y la caja de las balas mientras fanfarroneaba que se la había comprado a un gitano. No pensó que fuera a utilizarlo de esta forma tan grave.
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