Campamentos en el aire y peticiones para la conciliación
A pesar del cierre de las escuelas, los promotores de las actividades extraescolares del verano viven con temor por una falta de planificación en este sector. Muestra de ello es la cancelación, desde que comenzó el estado de alarma, de campamentos y colonias veraniegas en varios puntos del país.
Uno de ellos, por ejemplo, es el programa Vacaciones en paz, con el que niños saharuis pasaban el verano con familias españolas. Esta iniciativa, con aplicación en varias provincias del país, resulta un ejemplo de lo que sucede también a pequeña escala.
Otro caso es el de la Diputación de Córdoba, que el martes anunció la cancelación de los campamentos de verano y navien dad que realiza todos los años en el Albergue de Cerro Muriano de la capital de la provincia andaluza.
En un contexto en el que la vuelta a las clases presenciales no llegará hasta septiembre, con algunas excepciones mayo y junio, la conciliación toma protagonismo. La Confederación Católica Nacional de Padres de Familia y padres de Alumnos (Concapa) solicitó ayer al Ejecutivo que «instrumente las acciones y medidas necesarias claras y generales» para facilitar la conciliación una vez se levante el estado de alarma.
Al respecto, el Gobierno aseguró ayer que tendrá en cuenta «en la medida de lo posible» los mecanismos que faciliten esta cuestión, en lo relativo a los padres con hijos en Primaria y primeros cursos de Secundaria que tengan que trabajar pero no puedan dejar con nadie que les cuide durante la desescalada.