«No podemos actuar de policías con los clientes»
En Casa Próspero, tradicional establecimiento en el barrio de San José, hace demasiado tiempo que desapareció el habitual ruido de conversaciones, vasos y platos. «Estamos dándole muchas vueltas... El problema no es abrir sino tener al menos un 60% ocupado para que sea rentable, no podemos continuar a base de ICO para afrontar los gastos», afirma el propietario Alfonso Pérez.
Desde el año 2004 presta servicio a los vecinos haciendo una labor familiar, de ocio y también de reunión de profesionales, seleccionando los productos y triunfando en cada concurso de tapas. «Tenemos una trabajadora fija y contrataciones extras, ya venimos de otra crisis y nos hizo aprender que había que minimizar empleados. Antes teníamos cinco, ahora nos organizamos entre los dos. Al final, aunque bajes costes, sin ambición, intentas salir adelante. Aún no habíamos salido del bache, esa es la realidad», lamenta.
Deberán adecuarse para empezar a trabajar con terraza desde el día 11 de mayo, y mesas y cocina desde el día 25. «Nos ubicaremos cada uno en un punto, creo que no habría problema. Con mascarillas, guantes y un protocolo de limpieza y distancia, es suficiente. Si el cliente quiere ir al servicio se generará otro problema para hacer una desinfección completa. Aunque es sobresabido como hay que actuar en distancias, pienso que no podemos actuar de policías», asegura Alfonso.
En el negocio de la hostelería «consigues ahorrar a base de mucho esfuerzo y mucho tiempo, tenemos unos gastos muy grandes y te comes todos los ahorros en menos de un mes. Necesito facturar 5.000 euros al mes y no voy a poder hacer esa caja. Hay que tener un poco de paciencia, aguantar otros 20 días más, que baje la cifra de fallecidos y es posible que podamos abrir con más amplitud», concluye.