Los centros para residentes menos graves seguirán
El IASS anuncia que algunos de ellos, «si no todos», se mantendrán ante posibles rebrotes Aragón apuesta por un modelo de residencia más pequeña y con una atención más personalizada
Los cinco centros covid habilitados por el Gobierno de Aragón para acoger a mayores infectados procedentes de residencias pero que no precisan hospitalización, seguirán abiertos para prevenir posibles rebrotes del virus en los próximos meses. Así lo anunció ayer el director gerente del Instituto Aragonés de Servicios Sociales (IASS), Joaquín Santos, en su comparecencia telemática en la comisión de Ciudadanía y Derechos Sociales de las Cortes. «Se mantendrán algunos, si no todos», matizó.
Santos se congratuló de la creación pionera de estos recintos (en Miralbueno, Casetas, Alfambra, Gea de Albarracín y Yéqueda), con el objetivo de que sus 350 plazas rebajaran la presión en las residencias. «Su efecto ha sido más que notable», afirmó Santos.
También se conservará en los próximos meses la «sectorización» de espacios en las residencias para que existan distintos espacios para personas aisladas, para las que puedan ser más vulnerables y para las no contagiadas, expuso Santos, que invitó a los grupos políticos a «reflexionar» acerca del futuro de estos centros, que él defiende que sigan siendo «de convivencia» y no medicalizados, «lo que desvirtuaría los servicios sociales», y en los que se debería ir «en una transición complicada hacia un modelo micro, de centros más pequeños para favorecer una atención más personalizada».
SISTEMA REFORZADO // El gerente del IASS alabó la labor de los profesionales que trabajan en los servicios sociales de la comunidad, especialmente, los que lo hacen en las residencias porque «se han dejado la piel» durante la fase más dura de la crisis y admitió las carencias iniciales en equipos de protección «porque no existía mercado, pero se está recuperando».
Santos ensalzó que ninguna residencia, incluso las que han tenido que ser intervenidas por la Administración, «ha claudicado por falta de personal» y, aunque muestra un «moderado optimismo» respecto a la evolución de la pandemia, asegura que «tengo la palabra prudencia grabada a fuego respecto a los mayores y las residencias». Por eso, el proceso de desescalada se llevará a cabo «con más cuidado y lentitud» en estos centros que en el resto.
El máximo responsable del IASS expuso su pleno convencimiento de que el sistema público de servicios sociales «va a salir reforzado de esta crisis sanitaria» porque «se está extendiendo la idea de que es clave y esencial en la consecución de la mejora de la calidad de vida de las personas mayores» y niega que hayan existido discrepancias con Sanidad en la gestión de las residencias. «Hemos trabajado perfectamente unidos y todas las estrategias adoptadas han sido trabajadas conjuntamente. El IASS ha querido ser el escudo social de Sanidad», subraya.
Entre los servicios que también abandonarán la paralización próximamente también figura la atención temprana, que se va a poner en marcha la semana que viene. «Se están estudiando los protocolos de protección con entidades del sector», explicó Santos. También se está pensando en la reapertura de la promoción de autonomía personal (PAP) y de algunas áreas «muy concretas», como peluquería o de podología de los hogares de mayores, no las de envejecimiento activo, «que tienen mucho riesgo».
Asimismo, no se tardará «una barbaridad» en abordar las visitas de familiares a los usuarios de las residencias. De momento, se han distribuido 700 tablets entre los centros de la comunidad para que los mayores puedan estar en contacto con sus seres queridos. «Las residencias no son un foco de contagio y nos adelantamos lo más posible a la actuación en ellas», afirmó Santos, que pidió no poner «en cuestión» la cualificación del personal a cargo de los centros, incluidos los intermedios y los intervenidos. ☰