Los militares dejan de apoyar a la Guardia Civil en las fronteras
La Policía controla a 5.000 personas y 4.700 coches en el Somport
Los militares dejaron ayer de apoyar a la Guardia Civil en su tarea de control de los pasos fronterizos con Francia y Portugal, pero alrededor de 715 continuarán desplegados en la Operación Balmis realizando labores de desinfección y otro tipo de apoyos a las fuerzas de seguridad del Estado.
Según ha informado el Ministerio de Defensa, los miembros de las Fuerzas Armadas actuarán en 27 localidades, lejos de las casi 200 en las que desarrollaron su actividad en un solo día en los momentos más duros de la pandemia. Dentro de la reducción de efectivos y tareas en la Operación
Balmis de lucha contra el virus, los militares ya no ayudarán a los guardias civiles en los puestos de control fronterizos de Girona, Huesca, Navarra, Pontevedra, Ourense, Zamora, Cáceres y Badajoz, pero mantendrán su capacidad de hacerlo durante 24 horas por si fuera necesaria su reactivación. Alrededor de 715 militares continuaron ayer desinfectando instalaciones y apoyando a las policías y Guardia Civil en otras labores, sin contar a los casi 3.000 del cuerpo sanitario que siguen ayudando.
En Aragón, la Policía Nacional ha controlado a más de 5.000 personas y 4.700 vehículos en el túnel de Somport desde que se iniciara las intervención en las fronteras terrestres de España a causa de la pandemia del covid-19. Este es el único paso transfronterizo que permanece abierto en Aragón
para conectar España con el país vecino. Los controles, iniciados el 17 de marzo, se llevan a cabo las 24 horas del día y los siete días de la semana, a cargo del Grupo de Controles Móviles de la Unidad de Extranjería y Documentación de Canfranc.
Los agentes comprueban que las personas que pretenden acceder a territorio nacional cumplen con los requisitos establecidos: ser ciudadano español, residente en España, trabajador transfronterizo o acreditar causa de fuerza mayor. A quienes no cumplen estas condiciones se les impide el acceso, habiéndose denegado la entrada a 41 personas.
La ministra de Defensa, Margarita Robles, rindió un homenaje en Ifema a los militares, a los sanitarios y a los ciudadanos españoles que han luchado contra el coronavirus, representando lo que ha calificado el «espíritu Ifema» de «la solidaridad, la generosidad y el trabajo conjunto». Robles visitó las instalaciones del recinto ferial de Madrid donde se instaló un hospital provisional para atender a pacientes afectados por el covid-19. «Las Fuerzas Armadas quieren rendir un homenaje muy sentido a todos los ciudadanos de España y a todos los profesionales de la sanidad y de todos los ámbitos que han trabajado para vencer al coronavirus», insistió la ministra.
Los militares pondrán en marcha la fase 3 del proyecto Atila para desinfectar con luz ultravioleta valiéndose de un robot, Teodor, que realizará esas tareas en la residencia Villa Consolación de Zaragoza.
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