Contra el terror global
‘La unidad’ explica el día a día de una brigada policial contra el terrorismo yihadista
Es una de las series más ambiciosas que ha dado la ficción española. La unidad, creada por Dani de la Torre y Alberto Marini (que ya trabajaron juntos como director y guionista en El desconocido), sumerge al espectador en el día a día de los componentes de la brigada contra el terrorismo yihadista y lo hace a través de los testimonios directos de sus integrantes y de un despliegue tanto geográfico como operativo realmente imponente. Localizaciones nacionales e internacionales que abarcan Madrid, Gerona, Melilla, Málaga, Lagos (Nigeria) y Francia (Perpiñán y Toulouse) y con una espectacular parafernalia a la hora de plasmar las escenas de acción que reflejan la ejecución de las misiones.
A lo largo de seis episodios de 50 minutos, la nueva apuesta de Movistar+, que se estrena mañana, nos acerca al trabajo que realiza este cuerpo especial que trabaja con la amenaza, que tiene que detener al villano antes de que actúe, intervenir previamente a que se cometa el delito basándose en sospechas, pequeñas pistas y un trabajo de organización conjunto con las agencias internacionales. Al frente del reparto, Nathalie Poza (en la piel de la inspectora jefe), Michel Noher, Marián Álvarez, Luis Zahera, Carlos Blanco, Fele Martínez y un nutrido grupo de actores de origen árabe, entre ellos Hamid Krim o Fariba Sheikhan.
DOCUMENTACIÓN De la Torre y Marini estuvieron durante dos años documentándose y ganándose la confianza de los miembros del grupo policial en su sede en Canillas (Madrid) para intentar plasmar su trabajo desde la perspectiva más precisa.
«La serie tiene un gran formato porque la lucha antiterrorista es una cuestión global. No podíamos circunscribirnos a un territorio concreto, porque no funciona así. El peligro viene de muchos lugares distintos, y queríamos que eso se viera plasmado. Es como el coronavirus: mientras un país lo tenga, los demás estarán en peligro», cuenta Dani de la Torre. «También nos interesaba abordar el origen del problema. No solo se trata de un tipo que pone una bomba, sino la trastienda de todo eso, de dónde procede la radicalización».
Marini reconoce que eran conscientes de que trabajaban con un material muy sensible. «Nos daba cierto reparo describir el mundo islámico. Teníamos miedo de crear estigmas y no queríamos mezclar la cultura o la religión con lo que significa el terrorismo».
La mayor parte de los acontecimientos que ocurren en La unidad, así como los personajes que la protagonizan, están basados en la realidad. Desde los atentados de Barcelona y Toulouse hasta el mecanismo de trabajo de los infiltrados, así como la relación entre los cargos políticos y judiciales con la brigada y el engranaje interno dentro de una cadena de mando perfectamente articulada. Para los responsables también era importante centrarse en el lado más humano de los personajes, así que resulta fundamental el impacto que su trabajo tiene en su espectro personal y en su vida privada.
«Ellos tenían la necesidad de contar su historia, quizás para dinamitar prejuicios que pudieran existir. Y nosotros queríamos reivindicar su trabajo como uno de los cuerpos más respetados por los servicios de inteligencia del mundo, líderes en detenciones antiyihadistas. Al final se ha creado entre nosotros una amistad sincera», dice De la Torre.
INSPIRACIÓN Resulta inevitable pensar en series de ficción que han tratado el tema de la lucha terrorista recientemente como Homeland, Bodyguard, la francesa Oficina de infiltrados, la israelí Fauda o la reciente Califato.
Sin embargo, a la hora de elaborar el guion, el tándem tuvo más en cuenta películas como La
noche más oscura, de Kathryn Bigelow, o el estilo visual de Paul Greengrass en Green Zone: distrito protegido. «Fueron claros referentes. Queríamos estar muy cerca de lo que ocurría, por eso la puesta en escena debía tener un punto documental, de proximidad absoluta. El reto era que el virtuosismo y la complejidad de las escenas no empañara la historia y se nos fuera de tono. Queríamos trasladar a la pantalla la constante relación que tienen los personajes con el peligro y cómo la responsabilidad que acumulan termina por monopolizar todo lo demás», cuentan. De la Torre y Marini no querían hacer una serie de acción por acción. Los miembros del equipo policial les dijeron desde el principio: «Esto no tiene que ver con Harry, el
sucio o Arma letal, nosotros somos como Ocean’s Eleven, cada uno tiene su función y trabajamos en equipo. Y nunca cogemos una pistola». Reconocen que sintieron vértigo, pero están contentos de haber podido abordar el tema de manera inmersiva.
Los creadores estuvieron dos años estudiando a un grupo de agentes de Madrid