Las terapias grupales son esenciales en el tratamiento
La Asociación TOC Zaragoza ha mantenido activas las consultas durante el confinamiento. Por medio de videollamadas, los afectados han podido mantener el contacto con los psicólogos y miembros del centro. Esta semana, con el avance a la fase 2 de la desescalada, esperan recuperar las terapias grupales. «Estos grupos suponen una acogida y un seguimiento, pueden hablar con personas que tienen el mismo problema y encontrar comprensión y acompañamiento», apunta Alberto Vega, psicólogo del centro.
Martín Casanova sufre esta enfermedad desde 1982, su patrón de afectación responde a la limpieza. «Lo que vosotros habeís vivido con esta pandemia, yo lo he vivido desde el año 82. El uso de guantes y de lavarme muchas veces es una práctica que tengo muy asumida y continuamente trato de evitar contagiarme», asegura.
«No me ha afectado tanto esta situación. Los primeros días de la pandemia, cuando paseaba por Zaragoza, pensaba que no era real», recuerda Martín que espera poder retomar las terapias grupales lo antes posible. «Es la primera vez que he encontrado ayuda psicológica con estos grupos. Puedo tener contacto con personas que no me van a juzgar por mi enfermedad, no tengo que ocultarme y me aceptan como soy», confiesa Martín.
Estas reuniones suponen un desahogo para aquellos que sufren estas dolencias. «Muchas personas se han acostumbrado a estar en casa, la situación de confinamiento ha supuesto un estrés y puede servir como disparador para que muchas patologías comiéncen a darse ahora. Muchas hipocondrías pueden manifestarse ahora como TOC y con el paso del tiempo descartarse», concluye Alberto. e incluso hay pacientes que han iniciado terapia durante el confinamiento. Ahora pretendemos recuperar la presencialidad, ya que, el contacto cara a cara siempre favorece al profesional y al paciente, aunque hay algunos que prefieren seguir manteniendo el distanciamiento social», aclara Ana Lozano.
El coronavirus ha comportado un cambio radical en la rutina de todas las personas. El fin de la crisis sanitaria traerá consigo una crisis económica, social y psicológica, que dificultará el regreso a las costumbres que teníamos anteriormente. «Dentro de las enfermedades psiquiátricas, el TOC es una de las que más ocultas se encuentran, mucha gente vive con sus rituales y haciendo sus comprobaciones y no llegan ni a consultar, lo viven con mayor o menor sufrimiento pero lo asumen como algo normal de su vida cotidiana. Es una patología que llega menos a las consultas», concluye Óscar Ortega, psiquiatra de la Asociación de psiquiatría de Aragón.
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