La vacuna se aplica en el ‘ring’
Ezequiel Gurría vuelve a entrenarse tras dos meses «Una velada sin público no es boxeo», asegura
Después de atar palos de escoba a garrafas de agua para fabricar barras, trabajar día tras día la comba y hacer sesiones interminables de sombra en casa, el campeón zaragozano Ezequiel Gurría regresa al gimnasio para entrenar y disfrutar de lo que más le gusta. «La vuelta es dura, siempre se hace cuesta arriba, aunque me he visto mejor de lo que esperaba. No he tenido ni compañeros, ni saco, ni sparring, pero he trabajado mañana y tarde para estar bien», lamenta el aragonés.
Como deportista federado solo puede realizar ejercicio en solitario bajo la tutela de su entrenador, Sergio Lavandera, aunque su equipo permanece cerca, ayundándole en el regreso progresivo a los entrenamientos. «Tanto Sergio como mi hermano Jesús, llevan el trabajo táctico-técnico de boxeo. Hasta ahora hemos hecho un pequeño acondicionamiento y la semana que viene empezaremos a trabajar duro», afirmó el púgil zaragozano, que recientemente cuenta con Guillermo Fernández, nutricionista y preparador físico, para afinar en su alimentación y en su puesta a punto.
En estas circunstancias, el púgil asume el trabajo de preparación en solitario, ya que los gimnasios todavía no han hecho su reapertura por el estado de alarma. «Lo último que se va a incorporar son las clases dirigidas. Son clases de contacto, puedes practicar algo, pero no es el mismo deporte», indica el zaragozano.
Como el resto, el boxeo deberá adaptarse a la nueva normalidad. En este deporte es innegociable el contacto entre púgiles, entrenadores y público. «Se está empezando a hablar de hacer alguna velada en Marbella en agosto y veremos cómo evoluciona. Una velada sin público no es boxeo, ya que el luchador carece de motivación. Además, las bolsas de los boxeadores y el dinero de una velada de boxeo sale del público», admite el aragonés.
Este parón le ha impedido luchar por recuperar el campeonato de España. Si le dan la opción de pelear por él, quiere que sea en Zaragoza, «con mi gente», pero por el momento no mira más allá de estar lo mejor preparado posible para cuando llegue el momento. «Ahora no es el momento de pensar en eso porque necesito estar preparado, un sparring de calidad es fundamental para un boxeador y yo los tengo fuera de Zaragoza, que ahora es totalmente imposible. También nos han llegado varias ofertas para pelear fuera, en Alemania y en Francia, los retos que vengan los afrontaremos y, si es una competición internacional, pues a por ella», concluye.
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