En este diabólico juego, Sánchez comienza a mostrarse como un Mefistófeles
Torra
(el diablo Arrot), dividiéndolos y, en consecuencia, reduciendo su influencia en el paraíso del poder.
Visto el buen resultado del exorcismo catalán, Los ángeles de Pedro
y podrían trasladar una nueva misión de su hispánico Charlie al infierno vasco. Procediendo a atraer a las brujas de Bildu, prometiéndoles la redención a cambio de abandonar el aquelarre de Urkullu, y convirtiendo a Podemos de diablo cojuelo en ángel guardián.
Mucho mejor que Los ángeles de Charlie, ¿no?
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Carmen Calvo (Adriana Lastra, Meritxell Batet)