«Los clásicos son antídotos contra la dictadura del dinero»
Nuccio Ordine, Emilio del Río e Irene Vallejo inauguraron ayer el ciclo ‘Martes de libros’ de la Fundación Ibercaja
Los tres lo tenían muy claro aunque fue Emilio del Río el que lo verbalizó: «Empezar con clásicos es lo lógico si se va a hablar de libros». ¿Por qué? «Los clásicos si son para algo son para la vida, no para aprobar un examen», apuntó el mismo Del Río al que Nuccio Ordine le completó: «Se leen por el placer que producen y para entendernos y entender el mundo». Irene Vallejo, la tercera participante del coloquio, también fue muy contundente: «Los grandes temas de ahora ya están abordados por los clásicos». Y es que los tres, Del Río, Ordine y Vallejo protagonizaron ayer la primera sesión del ciclo Martes de libros organizado por la Fundación Ibercaja que ayer quiso estrenarlo con un coloquio consagrado a los clásicos y que congregó a medio centenar de personas a través del canal de Youtube de la fundación.
Todo en un «momento difícil para la existencia de los clásicos –apuntó Ordine– porque son marginados en los programas escolares y en las editoriales», señaló con una visión crítica del sistema: «Hoy prevalece la gestión empresarial de la escuela y la universidad y el brutal utilitarismo que hace que constantemente tengamos que estar oyéndonos la pregunta de para qué sirven los clásicos. Yo respondo con Aristóteles: ‘La filosofía no sirve porque no es servil, no te enseña a ser un esclavo, te enseña la loibertad y por eso no sirve’. Los clásicos sirven para hacer que la humanidad sea más humana».
INTERPRETAR EL FUTURO Vallejo, / que explicó que «han sido las historias de los clásicos» las que le han ayudado «a interpretar lo que iba sucediendo», hizo hincapié en que de la época clásica surge, por ejemplo, «el humanismo de la medicina con su juramento hipocrático o reivindicar el derecho al duelo como hacía Antígona... Y es que si los leemos sin perjuicios, nos vemos a nosotros mismos. No olvidemos que lo que ellos pensaron ha construido la sociedad en la que vivimos», resaltó Irene Vallejo. «Todo se ha planteado ya, los clásicos son los supervivientes de la historia si no cada generación tendría que empezar de cero», señaló Emilio del Río.
Ordine quiso ligar con la actualidad la importancia de los clásicos y lo hizo hablando de la pandemia del coronavirus: «Ahora que tantos abuelos están muriendo, la literatura nos hace entender que es muy importante nuestra relación con ellos. ¿Por qué estamos confinados? Porque tenemos que defender la vida de las personas débiles. No se puede construir el futuro sin el pasado y, por eso, son tan horrorosas las declaraciones de Boris Johnson cuando dijo que solo vivirían los más fuertes. La verdadera humanidad significa solidaridad con la comunidad en la que vivimos juntos y eso viene de la idea de la piedad romana».
Emilio del Río indicó que ya Aristóteles descubrió que «somos animales sociales y necesitamos estar en contacto unos con otros». Y es ahora, le completó Nuccio Ordine, cuando «nos damos cuenta de que las relaciones humanas verdaderas se están transformando en un artículo de lujo. Hay que comprender también que en los días normales los instrumentos virtuales pueden provocar peligrosos espejismos porque las relaciones humanas se cultivan cara a cara y la literatura nos enseña los valores fundamentales de la vida».
Precisamente, desveló Vallejo, «el confinamiento nos está revelando una paradoja. Estar en contacto nos pone en peligro de ser contagiados pero hay que entender que esto es excepcional porque la mayor parte del tiempo el contacto nos cura, mejora nuestra salud. No hay que renegar de esa cercanía mediterránea que ya instauraron los clásicos y de crear comunidades porque una sociedad sin humanidades no es humana».
En ese punto del coloquio, Emilio del Río se preguntó en voz alta: «¿Cómo es posible estar en una humanidad sin humanidades? Pues está pasando... ¿A dónde queremos ir? ¿Cuáles son nuestros valores?». Preguntas que cogió al aire Ordine: «La literatura puede enseñarnos muchas cosas sobre la solidaridad humana y solo mejoraremos si somos capaces de recordar las cosas que estamos aprendiendo, por ejemplo, en esta pandemia».
PUEDEN CAMBIAR EL MUNDO Y es / que las «humanidades clásicas cambian el mundo», reivindicó Emilio del Río: «Lo hacen porque nos cambian a los seres humanos, nos hacen ser más críticos, más libres, más solidarios y más democráticos y somos nosotros los que cambiamos el mundo». Pero, ¿a qué es debido esto? «El utilitarismo salvaje y el individualismo no tenían entonces el prestigio de ahora. Hay que aprender del pasado porque no siempre somos mejores que ellos. Son voces que pueden despertar