Italia permite desplazarse y recibe turistas de la UE
Italia abrió ayer sus fronteras a los países de la Unión Europea y también permite la libre circulación entre regiones del país. Un paso más hacia cierta normalidad, aunque con cifras escalofriantes sobre la pandemia. Alrededor de 33.000 muertos y 235.000 contagiados por el covid-19 desde que empezó la crisis sanitaria. A estas cifras hay que añadir 400.000 personas más en el paro y 1,2 millones con riesgo de perder su trabajo en los próximos meses.
El Gobierno permite viajar por toda Italia, y donde haya aviones, trenes, barcos y acuerdos bilaterales, entrar en el país sin necesidad de someterse a cuarentenas ni necesidad de certificado alguno para los países del espacio Schengen.
En las estaciones y aeropuertos se toma la temperatura a los viajeros, y las mascarillas son obligatorias en todos los espacios interiores, además de mantener las distancias de seguridad. Solo las discotecas deberán de esperar hasta julio y los conciertos multitudinarios, a septiembre. Los músicos están que trinan. Los teatros y cines abren con aforos de hasta 200 personas, pero con separaciones. A los restaurantes, gimnasios y peluquerías se acude con reserva.
Han reabierto 23 aeropuertos (100 vuelos) y 80 trenes Ave han vuelto a unir la península. Un asiento sí y otro no. En los trenes, una sola entrada y caminos obligados para moverse en su interior.
Se ha inaugurado un vuelo Roma-Nueva York y ha empezado la conexión de Italia con Barcelona. Para viajar a las localidades turísticas hay que rellenar un impreso con el historial sanitario más reciente.
En Sicilia es obligatorio registrarse y en Cerdeña hay que rellenar un cuestionario epidemiológico y si uno acepta un análisis serológico le dan un bono para gastar en la isla.