Dona ‘Vida?
Menchu Gil Ciria Zaragoza
«Hace mas el que quiere que el que puede», dice el refrán popular. Me refiero a una amiga que se ha hecho un trasplante de médula hace un año, dado que su diagnóstico que padecía es un mieloma múltiple sintomático y su tratamiento actual es severo y crónico.
Se ha propuesto con una motivación sin igual, hacer unos paseos por la ciudad y detenerse en sitios insospechados como belleza y cultura para transmitirlos al grupo formado por «Dona Médula» como transmisión positiva: «Mientras hay vida hay ilusión y ganas de dar a los demás lo mejor de una misma».
Ha sido durante el mes de mayo sin fallar ni un día. Eso ha dado resultado de dos tomos donde cada texto escrito iba acompañado de fotografías que hacía ella con su móvil.
Me decía el otro día, en esta pandemia del coronavirus que ya se podía salir en bicicleta: «Voy por las mañanas para no quedarme en la cama llena de dolores articulares y deprimida».
Y así ha sido y así lo ha hecho, en cuanto abría los ojos porque duerme poco y mal, había una voz que le susurraba a sus oídos y le decía: «Venga BiciEva , levántate, ponte en pie, desayuna fuerte y anda. Coge tu bici, pedalea y sigue…»
Con esa misión noble y generosa ha brillado en este mes con sol o con cielo nublado como una antorcha olímpica, se detenía a observar lo que se proponía en su tema: por ejemplo: el barrio de la Jota, para poder describirnos rincones de Arte, basándose en su historia y percibidos por ella que aunque han estado y están ahí, por nuestras prisas y despistes, no nos hemos dado cuenta. Con esto quiero decir, que el refrán primero se cumple cuando hay coraje, voluntad y tesón, características de la bravura aragonesa como sus leones que flanquean el puente de piedra entre una orilla y otra.
Mientras, «el Ebro guarda silencio al pasar por el Pilar, la Virgen está dormida no la quiere despertar…»
Enhorabuena, por ese gigante esfuerzo y continuo sudor de una camiseta de los pies a la cabeza, pasando por su noble corazón. Gracias por tu cuidado paseo, por tu sentir sentido y por darnos vida desde tu dolor. Esto si que es un testimonio viviente.