Oliveras
EUROPEA
Las negociaciones sobre el tratado comercial posbrexit entre la Unión Europea (UE) y el Reino Unido se encuentran en la encrucijada y resurge el riesgo de una ruptura abrupta al finalizar el año. Esta semana se está desarrollando la cuarta ronda negociadora, que debe concluir el 5 de junio, sin que las rondas precedentes hayan logrado acercar las posturas.
El próximo 30 de junio acaba el plazo para que Londres pueda pedir prolongar el periodo transitorio, que expira el 31 de diciembre y que mantiene sin cambios las relaciones socioeconómicas entre la UE y el Reino Unido pese al brexit. El primer ministro británico, ha descartado hasta ahora ampliarlo. Por ello, la falta de progresos reaviva el riesgo de una ruptura abrupta entre el Reino Unido y la UE al finalizar diciembre, con la conmoción económica que implicaría.
El gobernador del Banco de Inglaterra, acaba de instar a la banca británica a acelerar los preparativos para la eventualidad de que no haya acuerdo, lo que dejaría al sector financiero británico (7% de la economía británica) con un acceso restringido al mercado de la Unión Europea.
Mazazo fatal
Boris Johnson, Andrew Bailey,
La Confederación de la Industria Británica, por su parte, alerta que tras la crisis del covid-19 la falta de un acuerdo con la UE supondría un mazazo fatal para las empresas británicas.
El bloqueo en la negociación es fruto del enfoque fantasioso del brexit planteado desde el referéndum del 2016 por Johnson y los conservadores de que el Reino Unido podría mantener un acceso casi igual al mercado europeo sin contrapartidas.
La actual recesión provocada por el coronavirus parece reforzar la tentación de apostar por un brexit duro de ruptura total con la UE, con el cálculo político de que su impacto negativo pasará más desapercibido entre los votantes a causa de las secuelas socioeconómicas de la crisis del coronovarus que seguirán vigentes en el 2021.
La promesa de Estados Unidos a Londres de un ambicioso acuerdo comercial tras el brexit va asociada a la condición de romper con las normativas europeas. Pero perder el libre acceso al mercado europeo tendría un eleva