Volver al Mediterráneo
La zaragozana Cristina Ouviña cierra su periplo por el baloncesto europeo para fichar por el Valencia Basket «Mann Filter nos puso al máximo nivel, espero que alguien apueste por el baloncesto», valora
El confinamiento ha unido mucho. Padres con hijos, abuelos con nietos, parejas, exparejas... También ha permitido el regreso de aquellos que nunca se fueron del todo. Cristina Ouviña deja atrás ocho años en el extranjero y vuelve al baloncesto español para aventurarse en el proyecto del Valencia Basket. «Soy muy casera y me apetecía estar más cerca de mis padres. Llevaba mucho tiempo con ganas de volver porque como en España, en ningún sitio», apunta la zaragozana.
Tan pronto como se declaró el estado de alarma, Cristina regresó para pasar el confinamiento con los suyos. En este tiempo ha podido recordar todo aquello que le trajo hasta aquí. «La crisis económica generó una gran diferencia salarial, los proyectos que me ofrecían fuera eran mejores que los que me daban algunos equipos aquí, así que no me lo pensé», recuerda la aragonesa.
El resto es historia; Campeona de Liga y Copa con el Tango Bourges francés. cuartos de final de la Euroliga, tercera jugadora más valorada y la mejor asistente en el ZVVZ USK de Praga, la exigencia del Nadzhda Orenburg ruso, más de 80 participaciones con la selección española... «Me llevo de todo, los años erasmus en Crackovia con 21 años, el año ruso a -30 grados, los dos posteriores en el pequeño pueblo francés y, finalmente, Praga me ha encantado. Es una ciudad preciotos
De regreso
«Valencia apuesta por jugadoras nacionales y se merece estar donde está», asegura
sa y me quedo con ganas de más porque no he podido terminar el año como me gustaría», lamenta Cristina.
Pero el proyecto de Valencia la reclama, cimentado en jugadoras nacionales y con una ambición máxima. «Valencia es un club que se ha ganado por méripropios estar donde está. Descendieron a Liga 2, subieron y todo el mundo sabe que, si quisieran hacer un equipo para ganar, podrían hacerlo ya. Han querido ir poco a poco y han apostado por jugadoras españolas para continuar el proyecto. Además de estar a tres horas de mi casa, es una ciudad muy bonita y he valorado que la igualdad entre hombres y mujeres la llevan al pie del cañón algo que, a día de hoy, cuesta mucho ver esto», asegura Cristina Ouviña.
Muy cerca de lo que serán sus campos de entrenamiento se disputa la lucha final por el título de La Liga Endesa. El recinto de la Fonteta se ha preparado estrictamente para que los amantes del baloncesto puedan disfrutar del playoff a lo grande y Cristina se suma como una más. «Como jugadora tendría muchas ganas de jugar pero mucho miedo a caer lesionada. Nuestro cuerpo ha sufrido muchos cambios, en mi caso en cuestión de semanas he perdido mucha masa muscular. Tu mente no está preparada para terminar una competición de alto nivel y cada persona tiene sus asuntos personales que le afectan. Como aficionada estoy encantada porque me van a dar diez días de baloncesto puro pero genera mucho respeto», indica la aragonesa.
Esta crisis sanitaria le ha robado uno de sus grandes sueños, los Juegos Olímpicos de Tokio 2020. «No sé qué pensar... quizás son señales de la vida que me dicen que no tengo que ir. Tuve un par de semanas malas, cuando lo aplazaron llevaba mucho tiempo luchando por estar. Este año había estado jugando bien, me veía dentro del equipo y disfrutando de los Juegos, tendré que seguir luchando un año más», suspira.
No se olvida de sus orígenes y de las oportunidades que le brindó Mann Filter. «Es un pena, entiendo que hayan dejado el patrocinio y tenemos que estar agradecidos de que hemos tenido baloncesto femenino a alto nivel gracias a ellos. Es una pena porque las niñas deberían tener un referente aquí, pero así son las cosas. Espero que alguien apueste por el baloncesto femenino porque Aragón está muy bien considerado», concluye.
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