El independentismo

Muchas veces en mi vida, pensando en el desarrollo de la política de España, me he hecho esta pregunta que he compartido con amigos: ¿Puedes decirme qué pintan o qué hacen los partidos regionalistas e independentistas en el Parlamento de España, porque están ahí representandos, cuando lo que solo buscan o pretenden, lógicamente, son los intereses de su región antes que los de España? ¿Por qué no se limita su actuación a los Parlamentos autonómicos donde tienen y pueden ejercer su razón de ser?

Esta reflexión, con estas o parecidas palablas, la he comunicado a muchas personas de palabra o por escrito, sin recibir más que un encogimiento de hombros, y no eran personas incultas e ignorantes.

Pero es que también la he enviado como artículo a muchos periódicos más de una vez, y nunca se han dignado publicarla.

Señor, me preguntaba, ¿es que mis ideas son demasiado avanzadas o utópicas? ¿Es que no son sensatas y razonables en una democracia representativa que nos hemos dado desde 1978? Como si esto no fuera un tema político importante o no fuera con ellos, o no quisieran precuparse o molestarse en pensar. Por eso me he alegrado sobremanera escuchar al diputado Javier Ortega Smith, en el Congreso, hablando de la necesidad de ilegalizar a los partidos independentistas, que pretenden la ruptura de la unidad territorial y política de España, como una consecuencia lógica de la finalidad esencial de estos partidos.

Por fin alguien habla con sensatez humana y visión realista, con sentido común, en el Congreso, me he dicho a mi mismo. Por eso nunca es demasiado tarde y en política nada es irreversible, aún estamos a tiempo. La lucha será ardua y dificil, pero no imposible.