Merkel y Macron ultiman el fondo de reactivación
Ambos líderes buscan dar un impulso para superar los efectos de la pandemia del coronavirus La cancillera alemana asume desde esta semana la presidencia semestral de la Unión Europea
«Que Alemania y Francia se pongan de acuerdo no significa que Europa se ponga de acuerdo. Pero si Alemania y Francia están en desacuerdo, el acuerdo en Europa se pone especialmente difícil». Con estas palabras recibió ayer la cancillera alemana, Angela Merkel, al presidente francés, Emmanuel Macron. Berlín y París han vuelto a presentarse como el motor de la UE, en esta ocasión, a las puertas de la presidencia alemana de turno del bloque que comienza mañana. Las palabras de Merkel ponen de relieve la importancia que tendrá el eje ParísBerlín para aprobar y poner en marcha el millonario fondo de reconstrucción planeado para la UE, el asunto más urgente que enfrenta el bloque a causa de la pandemia.
Reunidos en el Palacio de Meseberg, a las afueras de la capital alemana, la imagen del saludo a distancia de los dos gobernantes recordó que el Viejo Continente se encuentra ante una crisis excepcional. Uno de los principales asuntos abordados por Merkel y Macron fue la reconstrucción de la economía de la UE cuando la crisis sanitaria todavía no ha acabado, como demuestran los rebrotes en diferentes regiones de Europa. La gestión de la pandemia y de sus consecuencias marcó esta nueva reunión bilateral de los dos miembros más poderosos del bloque comunitario.
Macron y Merkel / propusieron el pasado mayo un fondo de rescate financiero de 500.000 millones de euros para ayudar a las economías más golpeadas por la pandemia. La propuesta de la Comisión Europea fue aumentar esa cifra hasta los 750.000 millones en una herramienta de rescate que debería estar financiada con la emisión de conjunta deuda europea. Dos tercios del fondo propuesto por la Comisión serían subvenciones libres de condicionalidad y un tercio estaría integrado por créditos.
El llamado «club de los frugales», con Austria, Dinamarca, Suecia y Holanda al frente, rechazan que gran parte de esa inyección de dinero, especialmente necesitado por la periferia más endeudada –como Italia o España– sea planteada a fondo perdido y sin estar condicionada a reformas, como ocurrió en la última crisis de deuda de hace una década. La decisión al respecto debería tomarse en la cumbre del Consejo Europeo en Bruselas a mediados de julio, ya con Alemania como presidenta del bloque.
Merkel y Macron se mostraron receptivos a las demandas de Madrid y Roma, que subrayan que en esta ocasión el impacto económico de la pandemia escapa a la responsabilidad de sus gobiernos. «Tiene que ser un fondo que ayude a los países, que de otra forma están amenazados de verse afectados mucho más duramente por la crisis», dijo Merkel en la conferencia con Macron tras reconocer que el fondo propuesto por el eje Berlín-París enfrenta «grandes resistencias».
«Las expectativas son altas», dijo Merkel sobre la presidencia de turno semestral que Alemania asumirá esta semana por última vez con ella como jefa del Gobierno federal. En una especie de última misión antes de retirarse de la primera línea política –Merkel se ha cansado de repetir que no volverá a presentarse a las elecciones–, la cancillera asume esa presidencia de turno de la UE de manera especialmente constructiva y optimista. Merkel ha insistido en la idea de que a Alemania sólo le irá bien si le va bien a la UE. «Queremos dar un impulso positivo para el futuro europeo. Nuestro futuro es Europa», agregó la cancillera.
Alemania y Francia propusieron dar
de euros en ayudas para recuperar el pulso económico
«Queremos dar un impulso positivo
europeo. Nuestro futuro es Europa», afirma Merkel
Otros de los / temas que abordaron los dos mandatarios son el papel de la UE en el mundo, la posición del bloque en conflictos como el de Libia o el de Siria, el plan comunitario para hacer frente al cambio climático, la relación con el Reino Unido postbrexit y la digitalización de la economía y la administración pública. Este último punto es uno sobre los que Merkel hizo más hincapié en esta su última legislatura al frente del Gobierno alemán, y sobre el que pondrá previsiblemente más empeño durante su presidencia semestral de la UE.
Preguntado por el varapalo sufrido por su partido en las elecciones municipales francesas el pasado domingo, Macron prefirió no analizar «asuntos internos» de su país en la rueda de prensa con Merkel . El resultado de los comicios de Francia recuerda una vez más que la buena sintonía entre Berlín y París podría dejar de estar garantizada en un futuro no tan lejano.
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