Punto y final
Aragón deja de quemar carbón tras 40 años y reivindica que se produzca una transición justa Seis centrales más se clausuran para cumplir la directiva europea y apostar por la energía renovable
Hoy es el último día que la térmica de carbón de Andorra está a disposición del sistema eléctrico nacional tras más de 40 años de actividad. En este tiempo ha sido uno de los principales centros de producción de electricidad en España, con una capacidad (1.100 megavatios de potencia) comparable a la de una central nuclear. Aunque deje de estar operativa, los 124 empleados que quedan de la plantilla propia de Endesa y parte de los operarios de las subcontratas seguirán acudiendo a sus puestos durante al menos un mes –en algunos casos también en agosto– para trabajar en tareas ligadas al desacoplamiento de la instalación y a la preparación del proceso de desmantelamiento, que se prevé iniciar en el cuarto trimestre del año.
Los que sí perderán su empleo a partir de este martes son los 44 trabajadores de Maessa (ACS), la principal subcontrata de la planta, donde la empresa y el comité han pactado un despido colectivo. Sin embargo, los 37 empleados de Nervión, la auxiliar dedicada a la limpieza industrial de la instalación, continuarán en sus puestos hasta el 31 de agosto, una medida comunicada a última hora que ha sorprendido positivamente en el entorno laboral de la térmica pero que también levanta suspicacias por la imprevisibilidad en la toma de decisiones, según lamentaron fuentes del colectivo de trabajadores de las subcontratas.
La continuidad a corto plazo de otros trabajadores indirectos (Ferrovial, limpieza, seguridad o cenizas) no se conoce por el momento. Mientras, ayer comenzó el primero de los cuatro cursos impulsados por Endesa para formar a trabajadores y desempleados en las tareas de desmontaje de la central y en la construcción de plantas solares, unas acciones formativas que son la esperanza para recolocación de los excedentes de empleo que está provocando el cierre de esta gran instalación energética.
Aunque hoy sea el última día en que oficialmente deja de estar operativa, hace ya meses que la planta apenas tiene actividad. En lo que va de año ha estado parada la mayor parte del tiempo. Los últimas 10.000 toneladas de carbón que le quedaban se quemaron el pasado fin de semana.
RETENER A LOS JÓVENES En el último año y medio han sido recolocados cerca de 30 trabajadores de la plantilla de Endesa en otros centros de grupo en Cataluña, Zaragoza, Extremadura o Melilla y varios han accedido a la jubilación anticipada. Los 124 que quedan en activo en la térmica no saben con certeza a día de hoy cuál es su futuro, ya que todavía no se ha cerrado un acuerdo, aunque se da por hecho que la gran mayoría de ellos se acogerán al plan de bajas voluntarias para mayores de 50 años pactado a nivel estatal entre empresa y sindicatos.
«Por el momento lo único que sabemos es que el mes de julio seguiremos trabajando en la central. Esperamos que a lo largo de esta semana se clarifique todo», apuntó Hilario Monbiela, presidente del comité, que reclamó a la eléctrica que mantenga al personal más joven en los nuevos proyectos energéticos que pondrá en marcha en Andorra.
Sobre el desmontaje de la instalación se sabe muy poco. Se trata de una operación de enorme complejidad técnica que tendrá como hito la demolición de la chimenea, de 343 metros de altura, y que pilotará Endesa Ingeniería. Tras la clausura, la térmica pasará a manos de esa filial, que también se encarga de impulsar los proyectos fotovoltaicos y eólicos que la eléctrica está promoviendo en Andorra y su entorno. Hasta ahora era Endesa Generación la encargada de su gestión.
La eléctrica está a la espera de recibir la autorización de cierre por parte de Ministerio de Transición Ecológica para lanzar el proceso de desmantelamiento. Fuen
tes de este departamento aseguraron ayer que la central «tiene el expediente completo» por lo que ese permiso llegará «en los próximos días».
CONCENTRACIÓN La fecha de defunción de la planta también será recordada como una jornada de reivindicación. Trabajadores y vecinos se concentrarán hoy a las puertas de la térmica a las 13.30 horas para reclamar que se cumpla la prometida de transición de justa de la zona. El Gobierno central lleva un año demorando la puesta en marcha del convenio que debe articular las ayudas e inversiones para reactivar la economia de esta comarca. Todo apunta a que finalmente la firma de esta plan se producirá tras el verano.
La protesta está impulsada por la Plataforma de Subcontratas de la Central Térmica de Andorra, el comité de Endesa, los sindicatos CCOO y UGT y la Agrupación Minero Eléctrica de Jubilados de Endesa Aragón.