Servicios públicos, medios para la sanidad y unión, lecciones del virus
Lambán defiende la inversión de Aragón y su papel en las cifras de mortalidad Admite «errores y omisiones» pero afirma que asumen la responsabilidad
El presidente de Aragón, Javier Lambán, ha extraído tres lecciones fundamentales de la pandemia del coronavirus, según expuso ayer durante el webinar organizado por EL PERIÓDICO: La importancia de los servicios públicos para afrontar situaciones graves como las vividas estos meses, la necesidad de dotar de medios materiales y decisiones rápidas en la sanidad y la unidad social y política como receta para la recuperación.
Lambán defendió la inversión realizada por su Gobierno, particularmente en el Departamento de Sanidad, con 400 millones de euros la pasada legislatura, que ha permitido superar lo peor de la pandemia, «a pesar de pasar por momentos de un estrés altísimo, con mucha eficiencia». Repasó la tasa de mortalidad inferior a la de otras comunidades (68 por 100.000 habitantes, frente a registros de hasta 147), o la tasa de letalidad en las residencias, que pese a las críticas, ha sido inferior a la media estatal (4,1% frente a 5,5%) y «la menor de todas las comunidades de nuestro entorno, salvo Valencia».
El presidente aragonés incidió, como segunda enseñanza, en no escatimar medios materiales ni «determinación en las decisiones» para proteger la salud. Al respecto recordó cómo el Ejecutivo que preside trató de adoptar decisiones «desde el primer día», como el cierre de escuelas o centros de mayores dos días antes de declararse el estado de alarma, o el cierre de bares, que llegó unas horas antes de decretarse en España. De igual forma, valoró la decisión de retrotraer algunas comarcas a la fase 2 ante los rebrotes surgidos en las últimas dos semanas.
PROBLEMA BRUTAL No omitió el / «problema brutal, horroroso» que experimentaron con la falta de medios de protección para los sanitarios y otro personal, la segunda «gran pesadilla», tras el propio virus, que ya les ha granjeado dos condenas judiciales, aún no firmes. Pero defendió que, reconociendo «errores y omisiones», ninguna de ellas fue voluntaria. «No sabíamos a lo que nos enfrentábamos», justificó, destacando además que han asumido responsabilidades por ello, con la dimisión de la consejera de Sanidad, Pilar Ventura, como máximo exponente, a la que, reiteró, él nunca habría cesado.
La tercera lección que ha sacado de la pandemia es que «la unidad, la coordinación y la cooperación son los mejores instrumentos para hacer frente a desafíos tan colosales» como el del coronavirus. Por ello, repasó, desde el 12 de marzo comenzaron a reunirse con municipios, agentes sociales y partidos, en lo que sería el germen de la estrategia aragonesa para la recuperación.
«Apoyamos la declaración del estado de alarma, hemos tratado de ser leales institucionalmente al Gobierno de España. Hemos colaborado en la gestión de los ERTE, destinando 194 funcionarios. Hemos participado muy activamente en las reuniones de presidentes, proponiendo ideas», añadió. Con todo ello, considera, se han sentado las bases para afrontar futuras emergencias.
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