José Ángel Peña, ingeniero
—¿Qué son estas tecnologías CAUC?
—Es el acrónimo de Captura, Almacenamiento y Usos del CO2. En el mundo científico, el problema del calentamiento global se ve venir desde hace ya décadas y determinados grupos, algunos ubicados en Aragón, empezaron a pensar en qué alternativas habría para tratar que el CO2, uno de los principales causantes del efecto invernadero, no se mezclara con el nitrógeno del aire y así no aumentar la concentración de CO2 .
—¿Y en qué consisten?
—Hay distintas tecnologías y cada una tiene sus particularidades. Una es la oxicombustión. El CO2 es el producto de cualquier combustión y no es dañino per se. El problema del CO2 es que es muy costoso separarlo del aire, así que la idea es que no llegue a mezclarse con el nitrógeno. La oxicombustión consiste en quemar con oxígeno en lugar de con aire, de modo que el nitrógeno no interviene. Otra es el chemical looping, que trata de evitar la combustión directa con aire utilizando un transportador de oxígeno, un óxido metálico. En ningún momento habrá una mezcla de CO2 con nitrógeno. Y en almacenamiento, hay especialistas en España que se dedican a pensar en la posibilidad de usar antiguos yacimientos de gas natural para almacenar CO2. Se comprime, se vuelve a meter en esos yacimientos y queda como un reservorio de carbono para futuros usos.
—¿Qué usos puede tener el CO2?
— Algunos de ellos son tan antiguos como la humanidad. Producir, por ejemplo, masas con harina. Ahora se está investigando bastante la utilización de ese CO2 secuestrado para alimentar directamente invernaderos. Las plantas crecen más rápido cuanta mayor es la concentración de CO2 en su ambiente, hasta cierto punto. Otra alternativa es la producción de gas natural sintético. El gas natural es una mezcla de gases constituida esencialmente por metano y la idea es coger CO2 e hidrógeno producido mediante electrólisis, hacerlos reaccionar y producir así metano.
—¿En qué punto se encuentra la investigación ahora mismo?
—Algunas tecnologías están más desarrolladas que otras. La oxicombustión es una tecnología razonablemente inmediata de aplicación. De chemical looping hay una planta de demostración en Suecia que lleva unos años funcionando con buenos resultados. Y respecto al gas natural sintético, Alemania ha hecho una inversión tremenda y está ya inyectando en su red de gas natural fósil este sintético. En España hay buenos investigadores y equipos de referencia a nivel internacional pero no hemos llegado a esos niveles de desarrollo industrial.
—¿Estamos cerca de hallar energías para no depender del combustible fósil?
—Durante el confinamiento arrancó el
European Green Deal, que propone la descarbonización de Europa para el 2050. Tenemos 30 años, pero la tarea es titánica. Conseguirlo implica nuevas fuentes de energía, nuevos conocimientos, que en algunos casos todavía no existen, tremendas inversiones en infraestructuras y en nuevos tipos de trabajo que tampoco existen y que presumiblemente se desarrollen en una década. Hay escasez de energías, tenemos cambio climático y ese es el reto. Yo creo que podremos.