Las 7 mujeres
Cantante y actriz, en nombre de la cultura.
Maestra y periodista, representando a las mujeres de la comunicación.
Presidenta del Club Balonmano La Jota, en nombre del deporte.
Directora del Centro Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), representando a la ciencia.
Presidenta de la Asociación ARAME en representación de las mujeres emprendedoras.
Presidenta de la Asociación de Empleadas del Hogar en representación de los trabajos precarios de las mujeres.
Es la representante de la juventud y la infancia y fue alcaldesa del Pleno Infantil de Zaragoza.
Mercerón, por último, dice que lo mejor son «los conservatorios de música y danza, la escuela de teatro, los grupos folclóricos y los coros». « Todos mueven una cantera muy importante», señala.
El coronavirus se cuela también en las respuestas a esta pregunta. Por ello, Trinidad García dice que lo primero que se necesita es «responsabilidad» durante las no fiestas para evitar contagios. Más allá, la deportista pide ensanchar las garantías sociales para la población. Habría que crear, dice, «servicios de alternativa habitacional para personas que no puedan hacer aislamiento» y recuperar amplios espacios públicos para «facilitar» la relación social con garantías de seguridad. Ello supondría «eliminar vehículos a motor de vías o calles destinadas ahora al tránsito de coches».
Sagrario Saiz pide recuperar el legado de la Expo para que Zaragoza se convierta en un referente «en materia de innovación y cambio climático» y Lázaro opina que la ciudad debe decidirse por la «digitalización y la sostenibilidad». Iorachescu retoma la idea de la responsabilidad y quiere que todo el mundo «se tome más en serio nuestra salud y la de los demás» para ser ejemplo entre el resto de comunidades. Mercerón, en representación de la cultura, pide que todos apostemos por Zaragoza, «por su historia y sus artistas». Eso sí, para ello es imprescindible «la unión» porque la dispersión afecta a la imagen culta de la ciudad». Para Carolina García, no obstante, la clave estará en poner la economía «al servicio de las personas» y eliminar las «distinciones de género, religión y raza».