Puerta cerrada, puerta abierta
El Zaragoza lleva encajando goles en casa desde principios de febrero, poco antes del confinamiento Ha recibido 19 tantos en los nueve últimos partidos en La Romareda
El último partido en casa con la portería a cero se remonta al 8 de febrero ante el Fuenlabrada (0-0)
No hay manera de que el Real Zaragoza deje la portería a cero en La Romareda. Más de ocho meses lleva sin hacerlo. Concretamente, desde el 8 de febrero, cuando el equipo aragonés empató sin goles ante el Fuenlabrada cuando la escuadra entonces dirigida por Víctor Fernández caminaba con paso firme hacia Primera División. Pero la maldita irrupción de la pandemia lo cambió todo. También al Zaragoza, al que la paralización de la competición le mandó de vuelta al infierno.
Desde que volvió el fútbol, La Romareda se ha convertido en un campo amigo para el rival, que siempre ha marcado en el estadio municipal. Ya lo hizo el Deportivo (3-1) en el último encuentro previo al parón disputado en la capital aragonesa y, desde entonces, Alcorcón (1-3), Almería (0-2), Huesca (0-1), Rayo Vallecano (2-4), Oviedo (2-4) y Ponferradina (2-1) también anotaron en su visita a Zaragoza. Al igual que lo hizo, a última hora, el Elche (0-1) en el partido de vuelta de la primera eliminatoria del playoff de ascenso. Nino dio al traste con las aspiraciones de los aragoneses, que tampoco lograron echar el candado a su portería en el primer duelo jugado en casa esta temporada frente a Las Palmas (2-2).
Así, en los nueve últimos choques disputados en La Romareda el Zaragoza ha encajado 19 tantos, lo que supone una media de casi dos por partido. En los nueve duelos anteriores apenas había recibido ocho.
Revertir esa dinámica es uno de los principales objetivos de Baraja, consciente de que cualquier aspiración pasa por rescatar la solidez defensiva. Para ello, el técnico vallisoletano insiste en la necesidad de acabar con los errores graves en defensa, tal y como advirtió en la rueda de prensa previa al partido de esta tarde ante el Albacete. «Siempre digo que los defensas igual no te ganan partidos, pero sí que te pueden hacer perderlos por cometer errores. Ahí es donde debemos incidir mucho, en que seamos fiables y estables y que la línea defensiva nos dé seguridad y regularidad a lo largo de la temporada», subrayó.
En Alcorcón, el equipo aragonés mostró esa sobriedad y seriedad defensiva que exige Baraja, pero es en casa donde se impone adquirir cuanto antes la robustez necesaria para crecer desde atrás y, de una vez, cerrar la puerta a puerta cerrada. Seguramente, la tarea más urgente ahora.