De familia ni abrazos, pero lo importante es que los premios salieron adelante

Cuti fue el altoaragonés más galardonado (Mejor Directo y Premio Especial a la Trayectoria), pero también se llevaron una de las estatuillas diseñadas por el escultor José Azul Viki Lafuente (Mayor proyección y que protagonizó una enérgica actuación), Kiev Cuando Nieva (Mejor Grupo), Fongo Royo (Mejor Canción en Lengua Autóctona, Lengua religada), Andrés Campo (Mejor DJ), Festival Periferias (Mejor Programación), El 21 (Mejor Sala) y Jazz For Kids (Premio Especial Por la Agitación).

Erin Memento y Kase. O fueron los otros grandes triunfadores de la noche, con dos premios cada uno. La joven artista zaragozana, que se alzó con los premios a Mejor Canción (Billie)y Mejor producción (La noche no es para todos, de Nacho Atmósfera), además, se subió al escenario para interpretar el tema galardonado de una manera intensa y emotiva, que no hizo más que constatar el interesante futuro que tiene por delante. El consolidado rapero se hizo con otro de los galardones principales, Mejor Solista, y con Mejor Audiovisual

por Dentro del Círculo, de Sergio Ibarra y Cristina Bodelón.

Distensión y reivindicación

La gala fue presentada, por segundo año consecutivo, por Luis Cebrián e Irene Alquézar, que ya le tienen el punto cogido. Supieron conducir una ceremonia tanto como con humor como con sobriedad, logrando un ritmo ágil y ameno. Un estupendo trabajo que solo se resintió por ser una entrega de premios más sobria que de costumbre, debido a las medidas de seguridad: solo 250 invitados con el debido espacio de seguridad.

Además, una de las reivindica«la ciones constantes, tanto de galardonados como de presentadores de premios, fue la petición de algún tipo de ayuda a la cultura, un sector especialmente afectado por las medidas que se han adoptado tras la pandemia. Hubo declaraciones para el recuerdo: Javier García Antón, Director del Diario del Alto Aragón alertó de que cultura es segura, no como la ignorancia»; los siempre divertidos Dadá reivindicaron que «la música no se acabará nunca porque la tenemos dentro»; y Esther García de Hit Radio citó a Nietzsche para recordar que «Sin música, la vida sería error».

No hubo foto

Carbonell, en el recuerdo

Aún así, hubo risas y, sobre todo, momentos emotivos. Porque la perdida de Joaquín Carbonell ha dolido. Porque siempre ha estado ligado a estos premios, porque fue un gran artista y porque era una persona muy querida por su constante apoyo a la cultura y a la música aragonesa. Además de diversas alusiones a su persona, se le homenajeó de la mejor manera posible: con la actuación de sus compañeros de Los 3 Norteamericanos, Roberto Artigas Gran Bob y David Giménez. Recitaron unas estrofas de La Beata e interpretaron una emotiva y sentida Me gustaría darte el mar, acompañados de un violinista que aún le aportó mas emoción.

Si el año pasado constató que Aragón goza de una gran variedad de estilos y propuestas musicales de lo más dispares y el palmarés así lo registró, este año no ha sido menos y hubo premiados de lo más variado. El rock cabaretesco de Dadá consiguió llevarse