Los cafés y bares pierden el 70% de la facturación del Día del Pilar
La limitación del uso de las barras lleva a algunos locales a no abrir este puente La clientela muestra su confianza en las medidas de seguridad de la hostelería
Mesas libres en las terrazas de los bares colindantes a la calle Alfonso y en la mismísima plaza del Pilar. Si alguien hubiera vaticinado que esto podría ocurrir un 12 de octubre en Zaragoza, le habrían tachado de loco. Pero el coronavirus ha trastocado tanto la realidad que lo que hubiera sido el perfecto guión de la película de ciencia ficción más inverosímil, ha llegado a cumplirse. Y si las sillas vacantes estaban a la vista en pleno Tubo, las mesas de los restaurantes de otras zonas de la ciudad acusaban no solo la salida masiva de los zaragozanos en el puente del Pilar más atípico que se recuerda sino también que los pocos maños que se quedaron el día grande en la ciudad, lo vivieron en el centro.
Para la Asociación de Cafés y Bares de Zaragoza, las sensaciones se traducen ya en cifras provisionales. Han perdido «hasta un 70% u 80% de media con respecto a la facturación habitual del día del Pilar». Así lo explicó su presidente, José María Marteles, que volvió a reclamar «ayuda» al Gobierno de Aragón para hacer frente a esta continuada caída de los ingresos. «El cierre de las barras y la limitación de aforos ha llevado a la mayoría de los bares pequeños que solo tienen tres o cuatro mesas a no abrir este puente», indicó. Otros establecimientos de mayor tamaño, que cuentan con entre ocho y diez mesas, han perdido «entre un 60% y un 80% respecto al año pasado». Incluso, señalan, con el retroceso a fase 2 «hay negocios que han facturado un 50% menos que la semana pasada». «Un drama», resume Marteles. Las temperaturas frescas de noche tampoco han ayudado. Y con estos días sin fiestas el sector hostelero agota el último cartucho de las terrazas, antes de que lleguen el cierzo y el frío.
En el Tubo de Zaragoza, algunos establecimientos no querían ni valorar la situación. Otros, como Miguel Ángel Almau, de Bodegas Almau, señalaban que estaba siendo un día «muy atípico, vigilando los aforos, las distancias y con presencia policial cada 20 minutos». Las no fiestas de localidades como Ejea de los Caballeros o La Almunia de Doña Godina han supuesto después importantes rebrotes, y por eso la atención y la prudencia eran máximas para evitar un pico de contagios en la capi