Chile debate la Carta Magna que nacerá el 25
El modelo territorial, la paridad y el rol de los indígenas, protagonistas
Octubre ha dejado sus marcas en la historia contemporánea de Chile. Un día 5 de ese mes, pero 32 años atrás, se impuso el no a la continuidad del dictador Augusto Pinochet. «Así como en 1988 se perdió el miedo, espero que en este nuevo amanecer de octubre recuperemos la memoria, sostengamos la inclusión», afirma María
Luisa España, directora de la Fundación Chile Diverso, sobre la consulta popular que el próximo 25 de octubre se propone enterrar la Carta Magna de la dictadura y alumbrar el camino de una nueva Constitución. Una reciente encuesta realizada por Criteria Research apunta que el 72% de los ciudadanos se inclinan por aprobar un nuevo texto fundamental.
Falta poco para que se cumpla un año del inicio de las convulsiones sociales que han derivado en el plebiscito. Después del 25 octubre se sabrá si la Carta Magna será redactada por una comisión mixta de parlamentarios y ciudadanos electos o le tocará elaborarla a una convención constitucional, conformada solo por hombres y mujeres de a pie. Lo que ya se vislumbra como el eje principal de los debates que se celebrarán. La revista The Clinic considera que la construcción de un «Estado social» será «la madre de las batallas» en la convención.
Las heterogéneas fuerzas favorables a la opción del apruebo de la nueva Carta Magna quieren plantear otros asuntos medulares, como la descentralización de las regiones, una estricta defensa del medioambiente, la paridad de género y el reconocimiento de los pueblos originarios.
Nadie descarta que Chile tenga una nueva y modélica Carta Magna pero a la vez que su futuro gobernante no responda a los postulados progresistas de su texto.