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Atienza responde a la confianza de Baraja y crece partido a partido Contra el Albacete firmó su mejor encuentro, muy alejado de la negra sombra del final de la temporada pasada

cón, en el error ante Sandaza que supuso el primer gol de Stoichkov. Después llegaron el penalti a Álex Muñoz ante el Tenerife, el de Álvaro Jiménez en Albacete o el fallo de entrega ante el rayista Álvaro García. Casi cada error le penalizó con un gol y el defensa tampoco exhibió sus dotes de mando y su liderazgo, ni en el campo ni en el vestuario, donde su voz se quedó casi apagada. Unas molestias en el aductor le terminaron de apartar en los playoffs ante el Elche, pero el borrón y cuenta nueva del Pichu ha sido absoluto.

Baraja le mostró toda su confianza desde el primer minuto, la misma que le había hecho llegar el club, que ni se planteó su salida. Y Atienza, en los amistosos, ya mostró una faz distinta. Después, ha ido creciendo, ante Las Palmas cumplió, aumentó prestaciones en Santo Domingo y firmó su mejor partido contra el Albacete, donde hizo más despejes y ganó más duelos, hasta siete, que en anteriores encuentros, tuvo un 90% de precisión en el pase y ocho de sus once balones en largo encontraron destinatario.

A la espera de la entrada de Jair, la versión del Pichu confirma que la idea de Baraja era la acertada y, cuando el central caboverdiano sea el titular, tiene más números Guitián de acabar en el banquillo. Atienza vuelve a mandar y, sobre todo, se reivindica tras un tiempo de demasiada oscuridad para él.