El recorrido y la evolución del plan de Baraja
den, buen posicionamiento, trabajo táctico para la correcta ocupación de los espacios, poca exposición, reducción de los goles en contra, ataques por fuera abriendo el campo para culminar por dentro y búsqueda de la efectividad máxima. El Real Zaragoza no está jugando bien al fútbol, porque jugar bien al fútbol es otra cosa. Pero está jugando bien a lo que quiere jugar. Está teniendo serios problemas para la creación, especialmente en estático y por dentro, y le cuesta generar oportunidades de gol, hasta la fecha muy reducidas.
A pesar de todo ello, en estas tres primeras jornadas el balance de puntos conseguidos va a ser del 77,7%. Hubiese sido del 55,5% con el empate en Alcorcón. La pregunta que asalta estos días no tiene respuesta por el momento. ¿Se puede salir victorioso durante ocho meses de competición con este plan, muy bien estructurado en la mente del entrenador y desarrollado en consecuencia, pero con un nivel de juego, de producción ofensiva y número de remates tan escaso?
Ejemplos en la historia reciente ha habido con respuesta afirmativa. Habrá que pulirlo, eso sí. El propio Baraja ha pedido en sus últimas comparecencias públicas más verticalidad ofensiva y ha puesto el acento también en lo que todavía le falta a su equipo, que está en fase de gestación. Su plan no va a cambiar. Pero para que tenga más recorrido y evolucione adecuadamente, el Zaragoza tendrá que buscar un nuevo equilibrio sin perder el equilibrio con el objetivo de producir algo más de fútbol, crear más oportunidades, asustar más y llegar al gol con más facilidad.