Estaban encantadas de haber sufrido un desaire suyo», dice Moser
2020 en esa categoría.
Y es que hablar mal de Sontag ha sido durante años el deporte favorito de los cócteles de Manhattan en los que «incluso las víctimas de su mal humor –cuenta Moser– estaban encantadas de haber sufrido un desaire suyo para poder contarlo a modo de chismorreo».
«Las víctimas de su mal humor
Jamás estuvo para tonterías
Sue Rosenblatt