Illa no levanta la alarma porque no se fía de Madrid
Ayuso y Almeida piden el fin de las medidas al bajar de 500 casos Las PCR han caído en un 40% y sigue el retraso en notificar
Madrid capital y los otros ocho municipios de la región confinados perimetralmente lo seguirán estando, como mínimo, hasta el 24 de octubre, aunque el indicador de la incidencia acumulada baje del umbral de los 500 casos por 100.000 habitantes. El Gobierno no se plantea levantar el estado de alarma hasta que concluyan sus 15 días de vigencia porque, entre otras razones, sigue sin fiarse de las cifras que proporciona Madrid sobre la pandemia y cree que el objetivo debe ser bajar a menos de 200, o si se puede, de 100, «una cifra que permita un margen de reacción».
Así lo dio a entender ayer el ministro de Sanidad, Salvador Illa, tras otra jornada de bronca con la comunidad en la que Isabel Díaz Ayuso, y el alcalde y portavoz del PP, José Luis Martínez Almeida, subieron el tono victimista, llegando a acusar a Pedro Sánchez de «dinamitar el Estado de derecho» y caminar «hacia la anarquía» y «la vuelta a los regímenes totalitarios».
Illa no quiso entrar en la bronca política, pero les advirtió que «con la salud pública no se juega». «No queremos a personas en la uci. Actualmente hay 11.200 españoles hospitalizados por el covid y más de 1.500 en las ucis», añadió.
El día podía haber sido propicio para acercar posiciones. A última hora de la tarde estaba convocada la reunión del denominado Grupo Covid-19, que sienta a representantes ministeriales con los de la comunidad, pero Ayuso parece cómoda en el choque frontal con el Gobierno mientras nada a contracorriente del resto de comunidades y los expertos.
La presidenta madrileña acusa a Pedro Sánchez de deriva totalitaria
Una hora y media antes de la reunión, la presidenta reclamó con Almeida el levantamiento inmediato del estado de alarma porque Madrid y varios municipios más ya se encuentran por debajo de 500 casos, uno de los indicadores marcados por el Consejo Interterritorial para adoptar los cierres y la reducción de aforos.
Illa contraprogramó la declaración sumándose a la habitual comparecencia de Fernando Simón y adelantando esta una hora, de modo que, como ya ocurrió hace dos semanas, la comunidad y Sanidad realizaron dos ruedas de prensa simultáneas. El ministro destacó que las cifras de Madrid «hay que tomarlas con mucha prudencia» por el gran retraso en la notificaciones de los casos, «de entre cinco y hasta ocho días» y por la fuerte caída del 40% en el número de tests PCR que ha hecho la comunidad en solo una semana.
El viceconsejero Antonio Zapatero había asegurado que la caída de las PCR quedaba compensada por los nuevos tests rápidos de antígenos, algo que Simón puso en
duda. La Comunidad de Madrid ha comunicado al ministerio los positivos detectados con esta nueva tecnología, pero no el número de pruebas efectuadas.
«Todos los españoles saben que hay que dar un tiempo para que las medidas a las que da cobertura el estado de alarma surtan efecto», remachó el ministro sobre la duración de esta herramienta legal.