El consistorio socialista de Huesca no quitará la placa de Franco
Se ampara en que no hay símbolos ni mensajes de exaltación al régimen
La Comisión de Relaciones Institucionales del Ayuntamiento de Huesca aprobó ayer un dictamen sobre memoria democrática que recoge diferentes acuerdos de conformidad con la ley aragonesa de la materia. Esto hará que se cambie la denominación de las calles Estrecho de Quinto y Voluntarios de Santiago, cuyos nombres tienen reminiscencias franquistas, que pasarán a denominarse Pedro Montserrat Recoder (botánico) y del Voluntariado. En cambio, sí se mantendrá la placa colocada en el vestíbulo de la casa consistorial, con el agradecimiento explícito a Francisco Franco, tras la rehabilitación del ayuntamiento al término de la guerra civil, pero colocando junto a ella una explicación que «aclare su significado».
Según los informes oficiales del archivo municipal, la placa es un «documento inseparable del edificio y no de exaltación del franquismo». El consistorio recordó que desde el 2016 también hay una placa en homenaje a los alcaldes y concejales que fueron fusilados en la contienda española, que convive con el busto del Justicia de Aragón Juan de Lanuza, al que se rinde homenaje todos los años. Por todo ello, el dictamen solicita la conservación de todos los símbolos mencionados, que conviven en un reducido espacio físico del consistorio.
La teniente de alcalde y concejala de Relaciones Institucionales, Rosa Serrano, aseguró que el dictamen «pretende mantener el espíritu constructivo que desde los años 80 ha marcado el devenir de los diferentes consistorios municipales», y que ya en su momento «permitió retirar por consenso» la principal simbología y nombres franquistas del callejero oscense.
El dictamen se aprobará en el próximo Pleno municipal (que tendrá lugar el próximo lunes) y, después, se elevará a la Dirección General de Patrimonio del Gobierno de Aragón, que debe ratificarlo o puede proponer modificaciones sobre la propuesta municipal.
Serrano recordó que en los últimos años «se han seguido adoptando medidas importantes y siempre por consenso». Entre ellas, la retirada en el 2008 del título de hijo adoptivo de la ciudad a Franco, así como desposeerlo del escudo de oro de la ciudad.
Por su parte el concejal de Cultura, Ramón Lasaosa, apuntó que los informes previos de Patrimonio sobre los que ahora se informa en el dictamen se recibieron en el ayuntamiento a finales de este pasado mes de junio.