Días decisivos con el covid
Vienen días decisivos para el control del covid-19. El inicio de la ola que tanto se anunció para el otoño está azotando en muchos puntos de Europa y España y Aragón siguen en una situación de altísimo riesgo. La consejera de Sanidad del Gobierno de Aragón,
Sira Repollés, no quiso ni descartar ni confirmar que la comunidad pueda solicitar la declaración del estado de alarma. Lo que es evidente es que se están buscando medidas jurídicas y sanitarias para frenar el avance del virus y evitar así una crisis como la que obligó a un confinamiento absoluto en la pasada primavera. Aún no estamos allí: pero se acaba el tiempo para tomar medidas que nos eviten llegar a esos extremos. La suma de contactos presenta cifras muy elevadas. Ayer, 266 casos, la quinta comunidad de España en número de contagios, aunque la tasa de casos positivos se redujo al 13,5%, y Zaragoza vuelve a la nueva normalidad tras el pase por la fase 2, a modo preventivo durante la semana grande del Pilar, aunque está cerca de cumplir dos de los tres parámetros que marca el Ministerio de Sanidad para las ciudades de más de 100.000 habitantes. La situación es complicada porque llevamos muchos días en una meseta que no acaba de bajar, con aumento de la presión hospitalaria y con carencias de personal.
El compromiso con el control sanitario es firme, hasta el punto de considerar la solicitud del estado de alarma si se cree necesario. Resulta tranquilizador que la DGA no se cierre a pedirlo al Gobierno de Sánchez si, en algún momento, eso permite tomar con seguridad legal medidas aún más contundentes. La consideración imprime un signo de normalidad y cooperación que facilita la lucha contra la enfermedad, a diferencias de territorios como Madrid, donde el intento de utilizar de forma partidista el control de la pandemia ha provocado momentos de sonrojo.
La contundencia con la que el Gobierno de Lambán afronta este momento es el camino correcto. El único posible. Los próximos 15 días son cruciales para que la situación no degenere. El momento exige sacrificios a corto plazo para tratar de vivir un invierno mejor. A nadie escapa que el esfuerzo que se pide a la ciudadanía, y a algunos sectores económicos es importante. Quizás pueda evitarse así tomar medidas más estrictas y que comporten renuncias más importantes. Por ello, de nuevo resulta fundamental apelar a la responsabilidad personal y al compromiso colectivo. Más allá de las obligaciones o las recomendaciones de la Administración, está la capacidad particular de contribuir en el descenso de los contagios.
El momento en que se encuentra la pandemia en Aragón exige medidas contundentes y sacrificios a corto plazo para tratar de vivir un invierno mejor