Vacunas revisables

Con la premura y carrera comercial para sacar una vacuna contra el covid-19, algunos barruntarán que las grandes farmacéuticas se asemejan a las compañías informáticas que lanzan productos sin afinarlos para ahorrarse dinero dejando el control de calidad en manos del cliente que reportará fallos de diseño. Por eso, cada día, nuestros aparatos electrónicos se actualizan a nuevas versiones que parchean lo que debería haber sido un producto bien elaborado y programado. Nada más lejos de la realidad. Aunque es evidente que la coyuntura urge, y por eso los laboratorios acortan plazos y dan la sensación de haberse apuntado a esta rentable moda, con seguridad las vacunas con escrupuloso rigor científico garantizarán su inocuidad.

No seremos conejillos de indias. Aunque precisamente, y debido a esa urgencia que podemos llegar a entender, lo que probablemente ocurrirá será que su eficacia se resentirá y veremos continuas revisiones de las recientemente lanzadas hasta dar con la definitiva.