El nuevo disco del Boss, titulado ‘Letter to you, canción a canción
Clásica, intenso y épico, grabado solo en cinco días, en directo, en el estudio
Bruce Springsteen, como hacía tiempo que no lo escuchábamos, cerrando filas con la banda de su vida y quemando rueda con vistas al crepúsculo de los días. Letter to you es un álbum fogoso, de sonoridad rock clásica, intenso y épico. Con guitarreo macizo, conmovedores pasajes de piano con reminiscencias de los 70 (de ahí proceden tres de las 12 canciones, títulos inéditos a los que llegó su hora) y versos escritos «con tinta y sangre», como advertía el single de adelanto, sacando fuerzas de los viejos lazos emocionales y del instinto de supervivencia.
Letter to you es un reconocimiento de su vínculo secular con la E Street Band, que opera aquí celebrando la vida en modo turbo y luciendo sus credenciales de la vieja escuela: disco grabado en solo cinco días, en directo en el estudio, en noviembre del 2019. Una obra pensada entonces para sacudir los estadios; objetivo que tendrá que esperar. El día 23 sale a la venta. Lo recorremos canción a canción.
‘ONE MINUTE YOU’RE HERE’
La proa del álbum puede confundir: Bruce confesional, arropado por la guitarra acústica sobre un lejano manto de teclado. ¿Estamos ante un nuevo Devils & dust? Nada de eso, aunque invite a pensarlo ese pórtico suave con alusiones a la fugacidad de la vida: «Un minuto estás aquí, / al siguiente minuto ya no estás». Como poniéndonos en situación.
‘LETTER TO YOU’
El Boss nos manda una carta. (
Ahora, en tiempos de mails y whatsapps. La epístola va dirigida a alguien con quien le unen vínculos antiguos y a quien puede hablarle con el corazón en la mano de sus dudas y sus miedos. Se abre paso un rock compacto, curtido, en el que Bruce alza la voz sobre capas de guitarras altivas.
‘BURNIN TRAIN’
El fogonazo del órgano de Charlie Giordano, la batería de Max Weinberg que se desboca y la canción sale disparada a chorro, con un Bruce a contrarreloj («el tiempo es mi cazador») a lomos de una dinámica trepidante, digna de sus cosechas de los últimos años 70, con un áspero solo de guitarra a medio trayecto. Seguimos montaña arriba.
‘JANEY NEEDS A SHOOTER’
Este medio tiempo con perfiles ( melancólicos y toque de armónica tiene historia, y se remonta a 1971. Springsteen la retocó en los siguientes años, la llegó a ensayar con la E Street Band en las sesiones de The river y la acabó cediendo a Warren Zevon que, con nuevos cambios, la incluyó en su álbum Bad luck streak dancing school (1980).
‘LAST MAN STANDIND’
La guitarra acústica de Nils Lofgren empuña un rock de la supervivencia que brota de una percepción poco simpática: tras la muerte, en el 2018, de George Theiss, Bruce se da cuenta de que él es el único miembro vivo de su grupo de juventud The Castiles. Trata de compensar la desazón un animoso solo de Jake Clemons que su tío Clarence observaría complacido.
Álbum de sonoridad rock
‘THE POWER OF PRAYER’
Llegamos a una de las cotas más altas a través de la introducción de piano de Roy Bittan, el esbelto conducto hacia una poderosa dinámica melódica con fondo espiritual, en la que Bruce conjura las maldades de «mesa vacía en un barco de locos» blandiendo la fe y la esperanza. Pura literatura springsteeniana con brío entusiasta, toque de saxo y guiños a la herencia sentimental: a lo lejos,