El Periódico Aragón

El mito roto que inspira a Los Javis

Los productore­s preparan una serie sobre Amparo Muñoz

- VÍCTOR A. GÓMEZ eparagon@elperiodic­o.com MÁLAGA

Será un retrato a partir del regreso a Málaga de una mujer que conoció la fama y la miseria de la heroína

Quizá no haya personajes realmente interesant­es –de esos más grandes que la vida– en el mundo actual de los focos y el corazón, pero lo cierto es que la televisión está buscando en el pasado reciente esas biografías sabrosas con que atraer al espectador. El éxito de la nueva versión de Hormigas blancas, formato de reportaje con debate que recupera la vida y la obra de un famoso patrio (Lola Flores, Camilo Sesto y Rocío Jurado, entre otros) a partir de material de archivo, es solo un ejemplo de una tendencia que pronto engordará el nuevo proyecto de Los Javis, una ficción para TNT que pretende crear el perfil del juguete roto a partir de las peripecias reales de, entre otros, Amparo Muñoz.

La serie, con título aún por determinar y en la que Javier Calvo y Javier Ambrossi ejercerán como productore­s ejecutivos, contará «la vida de una mujer que regresa a su pueblo después de conocer la gloria de la fama en los años 70 y las miserias de las adicciones». No será un biopic como Veneno, pero sí una mirada oblicua a la existencia de la mujer bella más triste de todas, la que dijo: «En ocasiones la belleza me ha salvado, como cuando pasaba un mal momento y me ofrecieron la portada de Interviú, pero otras veces he deseado rajarme la cara».

Ojála Los Javis restituyan con su serie las luces de la malagueña, porque Amparo Muñoz fue mucho más que un juguete roto; repescar su vida es conocer a una pionera en algún que otro aspecto: plantó cara a los responsabl­es de Miss Universo y renunció a la corona por negarse a participar en «bacanales», mantuvo una relación con un intelectua­l de la talla de Elías Querejeta, denunció el supuesto maltrato psicológic­o que le infligió Patxi Andión y las utilizacio­nes de la industria del cine («a los directores les importaba un bledo si sabía actuar o no, y a veces los desnudos se rodaban a lo bruto; era como una violación continua», dijo)...

Lástima que sus paseos por los arrabales de la drogadicci­ón (fue detenida en Barcelona durante una redada mientras intentaba comprar su dosis de heroína) terminaran por devorar nuestro recuerdo de ella.

La menor de seis hijos, nacida en una familia humilde, tuvo siempre en la belleza su don y su maldición. «La gente se volvía para mirarme», recordaba Amparo, que a los 17 años trabajó como dependient­a en unos grandes almacenes; cuentan que los compradore­s, atraídos por la belleza de la adolescent­e, casi la trataban más como uno de los maniquís del escaparate que como a una vendedora.

Algo similar le ocurrió cuando, siendo secretaria de una empresa de publicidad, terminó convertida en el propio producto: animada por los clientes de la agencia, se presentó a Miss Costa del Sol. Y ganó. Y fue aupada a Miss España en 1973. Y luego a Miss Universo. Seis meses después lo dejó. Fue la primera de las muchas huidas que jalonaron su vida. Quiso marcar sus reglas, pero su personalid­ad, tan volátil como extremadam­ente sensible, impidió a la joven zafarse de las jaulas de oro que este mundo reserva a las bellezas.

Así que su vida, amplificad­a por los medios de comunicaci­ón, casi siempre dados al tenebrismo moralizant­e, se redujo a titulares para el shock: Amparo caminando peligrosa y confusamen­te por el balcón de un hotel, Amparo enzarzada en una pelea física con la compañera de un reparto, Amparo demandada por una productora por incumplimi­ento profesiona­l, Amparo víctima de una paliza en un ajuste de cuentas... De Miss Universo a miss heroína. Al final, ella participó del circo del cuore más tremendist­a: los coches despampana­ntes en barrios desaconsej­ables no se pagan solos.

TRISTE MAGNETISMO $ Amparo Muñoz falleció en marzo del 2011, a los 56 años, víctima de un cáncer cerebral. Apenas podía caminar y no se le entendía casi ni palabra de lo que pronunciab­a. Había regresado a Málaga tras su exilio valenciano; fue su última huida: «Vengo aquí a morir», dijo. Se recluyó en casa, de donde no podía pero tampoco quería salir (cualquier movimiento podría precipitar­la hacia la muerte): «Tenía miedo de que la gente me mirara y me viera cómo estaba». Ahora Los Javis se inspiran en el triste magnetismo de su sonrisa.

 ??  ?? Amparo Muñoz, en su juvenil esplendor.
Amparo Muñoz, en su juvenil esplendor.
 ?? EFE ?? Miss Universo en Manila, en 1974.
EFE Miss Universo en Manila, en 1974.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain