Londres prohíbe reuniones en los domicilios con no convivientes
El Gobierno sube el nivel de alerta en la capital ante el avance de los contagios «No hay otra opción (...) Tenemos por delante un invierno difícil», avisa el alcalde
Londres sufrirá nuevas restricciones desde la medianoche de hoy, según anunció ayer el ministro de Sanidad, Matt Hancock. Los nueve millones de habitantes de la capital y sus alrededores, así como los del condado de Essex, York y el noreste de Derbyshire pasan del nivel 1 de alerta (medio) al 2 (alto). En la práctica implica que en esos lugares las personas de distintos hogares no podrán reunirse en locales cerrados, ya sean domicilios particulares o bares y restaurantes.
La nueva limitación se suma a otras medidas, como la prohibición de grupos de más de seis personas en espacios exteriores y el cierre de bares y restaurantes a las 10 de la noche, que imperan en toda Inglaterra. Se podrá seguir viajando a espacios abiertos, pero las autoridades piden que se reduzca el número desplazamientos al mínimo imprescindible.
«Las infecciones en Londres están subiendo rápidamente con el número de casos doblándose cada 10 días», señaló Hancock en la Cámara de los Comunes. «Sé que no es fácil aceptar estas medidas, pero sé también que es vital», añadió. El ministro explicó que la decisión se ha tomado «en estrecha colaboración con el alcalde (el laborista Sadiq Khan), con los líderes de los distritos, con funcionarios locales y con el equipo nacional». Khan había adelantado el agravamiento de las medidas. «No hay otra opción. Nadie quiere más restricciones, pero es necesario para proteger a los londinenses». El alcalde desea incluso que se impongan medidas más duras. «Debo advertir a los londinenses de que tenemos por delante un invierno difícil», subrayó.
El responsable de cuestiones sanitarias del Partido Laborista, Jonathan Ashworth, reprochó al
Gobierno que «mucho de esto podría haberse evitado» si hubiese aprovechado el verano para desplegar un sistema de testeo y rastreo eficaz. Y se preguntó «cuánta más gente tiene que morir» para que el Ejecutivo de Johnson aplique un confinamiento nacional de dos semanas con el que «romper el circuito» de contagios, como aconsejaron sus expertos científicos a finales de septiembre.
Liverpool es la única zona de Inglaterra con el máximo nivel de restricciones –el 3– que implica el cierre de bares y pubs, así como discotecas, gimnasios y otros centros sociales. No se descarta que otras zonas puedan pasar a esa escala por el agravamiento del número de contagios, especialmente en el norte de Inglaterra. Hay una decena de ciudades y localidades en esas circunstancias. Es el caso de Manchester, pero las conversaciones entre líderes locales y representantes del Gobierno han finalizado hasta ahora sin resultado. Hancock afirmó que por el momento y en contra de lo que se esperaba, no se ha tomado ninguna decisión. El alcalde de Manchester, el laborista Andy Burnham, se opone a reforzar las restricciones si no obtiene a cambio mayor ayuda financiera pública para salvar empleos y negocios y ha amenazado con llevar al Ejecutivo ante los tribunales.
El miércoles, el Reino Unido comunicó 19.724 nuevos casos diarios del covid-19.