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DANI TORRES Exjugador del Real Zaragoza
– Está sin equipo tras no ejercer el Zaragoza la opción de que se quedara. ¿Hacia dónde encamina sus pasos, a seguir en España?
– Todavía ando esperando para tomar la mejor decisión, la idea es seguir por acá, pero nunca me cierro a ninguna opción.
– ¿Qué balance hace de sus siete meses en el Zaragoza? Jugó 13 partidos, seis de titular…
– Bueno en general. Pintaba a peor al poco de llegar, vine con las mejores expectativas y el anhelo de poder jugar y ayudar al ascenso y, en los primeros partidos, las sensaciones personales no fueron muy buenas, no contaba con esos minutos en el momento en que mejor estaba el equipo, lo cual también hacía más difícil que entrara. Las primeras actuaciones que tuve tampoco fueron las mejores y eso me llevó a esperar, después llegó el parón del covid y terminé jugando más, pero sin conseguir el objetivo grupal. Mis expectativas son siempre ambiciosas y no se cumplieron, pero en general me sentí bien en el club.
– Su mejor momento llega tras el partido ante el Extremadura, ahí enlaza varios choques de titular.
– Sí, es cierto. El problema fue que en el partido contra el Huesca me retiro al final por un golpe en el tobillo derecho y, como soy muy terco e impaciente, en vez de darle tiempo para recuperarme intento salirme lo menos posible y jugar con molestias. Creo que pude dar más al equipo, pero se dio así y no le doy vueltas.
– ¿Qué falló para no subir con la ventaja que tenían?
– Fue un tema de resultados, de dinámicas. En ese último tramo, el vital y al que llegamos con ventaja, nos costó retomar la línea y hacíamos partidos para conseguir resultados y no se lograban. Eso aumentaba el peso y la presión. El partido del Huesca nos sentenció un poco. Siempre hay rachas en un año, pero nos costó más por el tramo en el que estábamos, con partidos muy seguidos, con bajas, y reaccionar fue aún más difícil.
– Era inimaginable que un equipo que llevaba 55 puntos en 31 jornadas hiciera 10 en las últimas 11.
– Era inimaginable antes, en marzo, después no era tan difícil de imaginar, podía venir lo que fuese. Es que un parón de tres meses rompe tantas cosas que puede suceder lo que nos pasó. También es inimaginable que algunos equipos que subieron hubieran podido ascender antes del parón, en condiciones digamos normales.
– Jugar sin público fue también un gran problema. El Zaragoza, contando el ‘playoff’, perdió seis partidos de siete en casa.
– Es obvio, no hubiéramos perdido nunca tantos con la Romareda llena. Ni de lejos. Fue un cúmulo de cosas, de factores, que hicieron una bola de nieve que nos convirtió ese último tramo en muy negativo y no pudimos reaccionar.
– ¿No cree que las reclamaciones del club por la baja de Luis Suárez generaron un aire victimista antes de la promoción que no ayudó?
– Bueno, en el club hay diferentes partes y cada una desempeña su labor. El fútbol no es solo la pelotita, se mueven más cosas. Al no loEl grar los objetivos es evidente que se pudieron hacer mejor muchas cosas. En todo caso, no solo fue la baja de Luis, también estuvo lo de Puado, antes fueron El Yamiq, Vigaray, Guitián...
– Pero, ¿en el vestuario existía ese convencimiento, esa confianza en ganar al Elche y después la final del ‘playoff’?
– Sí, el convencimiento era pleno. Y se demostró en el campo. En Elche se hizo un buen partido, nos faltó efectividad y más ambición al quedarse ellos con 10. Y en la vuelta también merecimos más. El equipo siempre creyó, quizás desde fuera se veía de forma distinta, pero dentro había ese positivismo y el convencimiento.
– ¿Cómo de doloroso fue en lo personal no lograr ese ascenso?
– Siempre tengo la mentalidad ambiciosa, en mirar a lo máximo que se pueda aspirar. En Segunda eso es el ascenso y queda ese mal sabor de no lograrlo, porque es el anhelo. Fue muy doloroso, claro.
– ¿Le habría gustado seguir? Tenía un año opcional y Lalo admitió que con usted sí se pensó en que siguiera por su compromiso y liderazgo en el vestuario.
– Me habría gustado seguir, claro, porque siempre estuve muy a gusto, independientemente de si jugaba o no. Lo que es la entidad, la afición, el estilo de fútbol o de competir... Todo eso me gustaba.
La decisión del club es muy respetable, seguro que fue meditada y pensando en lo mejor y la acepté. En todo caso, estoy muy agradecido por mi paso por el Zaragoza.
– ¿Qué le parece el equipo que se ha formado este año?
– Es un buen grupo, hay una base de la plantilla y con los refuerzos yo veo un equipazo. Me gusta el estilo que quiere imponer el nuevo míster, probablemente más sólido, aunque veo que la identidad con el balón también permanece, no se regala la posesión. Han cambiado detalles, se juega más por fuera, pero yo tengo confianza y esperemos que pronto pueda volver el público a La Romareda, porque eso marcará la diferencia.
– Ha venido otro compatriota suyo, Juanjo Narváez. ¿Puede llegar al nivel de Luis Suárez?
– Conoce la Liga y le va a venir fenomenal al Zaragoza. No lo comparo con Luis, no me gusta hacerlo y son delanteros diferentes. Yo lo que espero es que le dé muchas alegrías al equipo y que pueda ascender. Solo lograr subir ya va a hacerle mejor, a él y a sus compañeros, que todos los que pudimos pasar en los últimos años.
– Este club merece volver ya….
– Sin duda. Los que hemos podido estar siempre vamos a desear con todo el corazón que el Zaragoza regrese a Primera y mantenga el nivel y la historia que tiene.
«Veo un equipazo con los refuerzos y me gusta el estilo que quiere imponer el entrenador»