El dinero de los microcréditos llegará antes de que acabe octubre
El plazo para poder solicitarlos se prorrogó un mes, lo que retrasó la inyección de liquidez Hasta el momento se han firmado ya 200 contratos de los más de 1.400 presentados
Los autónomos y pymes que solicitaron los microcréditos de la primera convocatoria del Ayuntamiento de Zaragoza han comenzado a firmar la documentación previa a la recepción de la liquidez, que les llegará a lo largo de este mes de octubre, antes de lo que anunció el alcalde, Jorge Azcón, cuando afirmó que el dinero llegaría a partir del 15 de noviembre.
Los primeros contratos se firmaron el pasado jueves y en dos días ya hay 200 sellados. Ayer, las concejalas de Economía, Carmen
Herarte, y la de Hacienda, María Navarro, escenificaron el inicio de la tramitación rubricando, con sus solicitantes, tres préstamos.
En total, 1.466 autónomos y pymes solicitaron micorcréditos al consistorio, aunque todavía hay que comprobar si todos cumplen con las condiciones que establecían las bases. El periodo de solicitud estuvo abierto hasta final de agosto, después de prorrogarse un mes más de lo previsto, y el cobro se ha retrasado también un mes conforme a lo que anunció en primera instancia el consistorio. El proceso es de una complejidad técnica considerable, según han asegurado siempre las responsables del consistorio, y de ahí las demoras en el proceso. De los 10 millones de euros que se presupuestaron se van a gastar 8,5. Los 1,5 que sobraron se destinarán a una nueva línea de préstamos con condiciones más flexibles.
Las solicitudes han llegado de sectores diversos como el del taxi, la hostelería, la moda, calzado y complementos, las peluquerías y las agencias de viaje, localizados en diferentes zonas como el Casco Histórico, Centro, La Almozara, Las Fuentes o San José.
Entre los empresarios que firmaron ayer los créditos junto con las concejalas estuvieron el propietario de una sala de música, Ángel González, que aseguró que este dinero le ayudará a paliar «parte del desastre económico» que le servirá para «aguantar un poco más»; la dueña de una tienda de fiesta y novias, Begoña Muñoz, que recordó que la ciudad sin comercio está «muerta» porque es el «corazón de las calles»; y un taxista, Emilio González, que explicó que su sector está directamente vinculado a la hostelería y el ocio nocturno. «Si ellos no trabajan nosotros mucho menos», zanjó.